Pero no tan conocida es la posibilidad que existe de reclamar el “daño moral” por la situación vivida ante la falta de ese elemental servicio público, cuya provisión es asumida con responsabilidad y garantía de continuidad por parte de la prestadora. Es interesante difundir un caso con sentencia favorable al consumidor que puede servir de ejemplo de las posibilidades de reclamo que existen.
24-05-2014: El afectado no pudo festejar un encuentro familiar por la interrupción del servicio. “La posibilidad de gozar la vida en libertad es fundamental para todo ser humano”, señalaron los jueces. Desde las asociaciones de consumidores explican cómo hacer para reclamar un resarcimiento.
Los cortes de luz suelen generar perjuicios desde el mismo momento en que se producen. Los más usuales son las pérdidas de diversas mercaderías en los comercios o de alimentos en las casas de familia.
Pero no sólo eso: muchas veces ocurre que, al restablecerse el servicio, los usuarios descubren con desagradable sorpresa que sus artefactos fueron afectados por una falla de tensión y no funcionan adecuadamente.
Incluso, en muchos casos, los afectados desconocen cómo proceder o no logran una reparación completa. Por el contrario, otros recurren a los tribunales para obtener un resarcimiento.
Esto fue lo que sucedió en una reciente causa, donde la Justicia civil condenó a la empresa Edesur por los daños ocasionados a unos clientes que no pudieron disfrutar de sus vacaciones y debieron posponer una celebración familiar ya que el lugar del encuentro sufrió el corte del suministro.
Sin luz, con indemnización
Una mujer demandó por daños y perjuicios a la compañía por los cortes de energía sufridos -en forma irregular entre los meses de enero a abril- en el lugar donde pasaba los fines de semana junto con familiares y amigos.
En su argumento, señaló que no sólo se trataban de cuestiones materiales (tales como la pérdida de alimentos), sino también de aquellas de índole espiritual, que se sumaban a la falta de suministro de agua potable que también padeció.
El Ente Regulador (ENRE) tuvo en cuenta dichos cortes, al sancionar a la prestadora por no haber llevado a cabo las tareas necesarias para solucionar en forma definitiva los reclamos realizados.
El juez de primera instancia condenó a la firma a pagar daño moral, entre otros conceptos. La solicitante se presentó ante la Cámara para pedir un resarcimiento mayor al estipulado inicialmente.
“Están probados los cortes denunciados y, por otra parte, la responsabilidad de la empresa en su carácter de prestadora del servicio”, indicaron los camaristas.
Luego explicaron que “por daño moral debe entenderse la lesión a todos aquellos bienes que, no obstante carecer de contenido patrimonial, son sin embargo fundamentales para todo ser humano, como ser la paz, la tranquilidad, la intimidad, el honor, la fama o el buen nombre, la integridad corporal, la salud física, la chance de disfrutar la vida en libertad, entre otros”.
En este sentido, los jueces remarcaron que “el hecho de haberse visto privada de energía eléctrica, en el lugar donde solía pasar los fines de semana o días festivos -con los innumerables inconvenientes que esto trae aparejado y que no necesitan descripción- produjo a la reclamante, como a cualquier persona, algún tipo de molestia”.
“La interrupción del servicio tuvo lugar durante los meses más críticos del año -enero a abril-, es decir, cuando la demanda crece por una correlativa ampliación de las necesidades de los usuarios, dadas las altas temperaturas que se registran en ese período”, agregaron.
Es decir, para los magistrados el corte privó a la mujer de disfrutar de sus vacaciones en el lugar donde residió, a pesar de los inconvenientes, y que el incumplimiento vino a materializarse en el único momento del año que una persona tiene para distenderse y dejar de lado las preocupaciones cotidianas.
“A dicho trastorno se agregó un detalle no menor, que es la falta de agua, consecuencia de los cortes”, agregaron. Además, quedó demostrado que el barrio donde se encontraba ubicada la casa requería de bombas de extracción que funcionan con motores eléctricos.