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El actual coordinador del anfiteatro y familiar directo del histórico dueño admitió que no imaginaban la decisión que tomó la fallecida propietaria, quien cedió el lugar a la Iglesia católica.
"No imaginábamos esa decisión, porque, estando
'Tito' con vida e incluso después de su fallecimiento, ella siempre decía
que el Luna Park iba a ser siempre de los Lectoure", aseguró Esteban
Livera.
"Para nosotros fue una sorpresa", reconoció el sobrino de Tito Lectoure, en diálogo con Radio 10.
Livera contó cuál es la composición accionaria del Luna Park. "Es una sociedad que era de dos: el 95% de Ernestina y el 5% de Tito. Ella heredó el 50% cuando falleció su marido y con los años le fue comprando el resto a la familia Pache; cuando tuvo el 100% de la propiedad, le cedió un 5% a Tito", detalló.
El coordinador del Luna Park, que es el representante de los socios herederos de "Tito" Lectoure, manifestó que aún no tuvo contacto con los representantes de Cáritas ni de la sociedad Salesiana San Juan Bosco: "Nosotros seguimos con el 5%. No conocemos a nadie. Cuando se cumplan todos los pasos legales, entiendo que ellos (los flamantes dueños) podrán manejar el 95%".
"Hoy en día el Luna Park esta acéfalo, intervenido judicialmente, porque el estatuto (del anfiteatro) dice que solamente el dueño del 95% puede ser el socio gerente y sin ella (Ernestina) no había cadena de sucesión en cuanto al manejo del estadio".