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En el país la publicación en las redes sociales o Internet de videos o fotos de momentos íntimos de una pareja, es una modalidad en alza atribuida en mayor medida a antiguos novios rencorosos.
La polémica modalidad crece a ritmo frenético a partir de la masividad de internet y los artefactos electrónicos para registrar "momentos" mediante fotos o videos de alta calidad. En los Estados Unidos el fenómeno fue bautizado como "Porno Vengativo", ya que se trata de ex novios que publican en páginas o redes sociales imágenes de su antiguas parejas en situaciones de intimidad sexual.
Aquí, los casos que llegan a la justicia cada vez son más, aunque se trata de delitos con escasa pena y en la gran mayoría los expedientes quedan archivados.
"La realidad es que esta modalidad creció mucho en Argentina, como en todo el mundo. Tal vez la diferencia notable es que en nuestro país no hay páginas dedicadas exclusivamente a los ex novios despechados, como sí ocurre en otros lados, pero las fotos y videos son subidos en páginas pornográficas muy populares, entonces la repercusión pública es masiva y el daño que causa es tremendo", apuntó Luis Vicat, licenciado en Seguridad Pública.
Desde la organización Identidad Robada, el abogado Daniel Monastersky viene batallando desde hace años para que los usuarios de tecnología tomen recaudos, y así evitar este tipo de consecuencias.
"Damos muchas charlas y la verdad es que la mejor manera de evitar estos percances es concientizar a los usuarios de la tecnología", apuntó Monastersky.
Para el experto, "hay que dar ejemplos, y estamos ante un problema donde todos tenemos que intervenir, desde las organizaciones ciudadanas hasta el Estado, sumando a las familias y los colegios".
Los casos que llegan a la justicia, bajo distintos tipos de figuras penales, no paran de crecer. "Tenemos decenas de denuncias con mujeres cuyas fotos o videos en situaciones íntimas se publicaron en internet", señaló un vocero de los tribunales porteños.
Pero la fuente aclaró que "aunque hay casos de robos del material, en general las sospechas apuntan a ex parejas, que deciden publicar el material por despecho venganza". Y aclaró: "Es muy difícil trabajar estos hechos, porque si bien hay figuras penales, son considerados delitos menores, entonces los expedientes no avanzan".
Para Vicat, "en Argentina hay páginas realmente masivas, como Poringa u otras, que alojan material pornográfico denominado casero, sin chequear el origen".
La resultante de esa acción, explicó, "es que muchas veces es utilizado por ex novios que crean perfiles falsos y suben de manera impune estos contenidos, que una vez en la red no paran de reproducirse".
Si sube, no baja
Monastersky, por su parte, expresó, en el mismos sentido y de manera contundente que "lo que se sube a internet no baja más".
"En Estados Unidos hay una campaña muy interesante que tiene como eslogan pensá antes de publicar algo" aseguró.
El basamento sobre el cual se apoya Monastersky para formular ese concepto es el que afirma que "las fotos, los videos y los comentarios que se suben a la web no bajan más".
Es más, considera "una utopía pensar que se puede eliminar un contenido de internet", remarcó el referente de Identidad Robada .
"Los escándalos con figuras del ambiente artístico de nuestro medio como Silvina Luna, Florencia Peña y muchas otras, son parte del mismo fenómeno", dijo Vicat.
"Se debe reflexionar mucho al momento de la relación sentimental, considerando que esa unión puede terminar en algún momento, y hay posibilidades de que ocurra la divulgación de fotos o videos", sugirió.
Acerca del marco legal actual, Monastersky sostuvo que "las penas contempladas para este tipo de delitos son muy bajas. Lamentablemente, son delitos excarcelables".
Para tener una idea, detalló el especialista, la pena más grave que se puede recibir es de 4 años. "Por lo tanto -fundamentó- si esta persona no tiene antecedentes este sujeto no irá a la cárcel".
Finalmente, el integrante de Identidad Robada remarcó que "se recomienda a la gente y sobre todo a los adolescentes que piensen antes de filmarse y tomarse fotos, ya que estas imágenes pueden traer repercusiones en el futuro".
En ese punto, Monastersky puso como ejemplo lo que podría pasar cuando alguna de las personas involucradas en esas escenas se presenta para un trabajo, donde el empleador puede llegar a encontrar estas fotos en la web.
A modo de reflexión final, Monasterski sentenció que frente a este complicado panorama que ha sumado numerosas víctimas en los últimos tiempos "hay que tener mucho cuidado porque de alguna manera uno es lo que Google dice que es".
"La realidad es que esta modalidad creció mucho en Argentina, como en todo el mundo. Tal vez la diferencia notable es que en nuestro país no hay páginas dedicadas exclusivamente a los ex novios despechados, como sí ocurre en otros lados, pero las fotos y videos son subidos en páginas pornográficas muy populares, entonces la repercusión pública es masiva y el daño que causa es tremendo", apuntó Luis Vicat, licenciado en Seguridad Pública.
Desde la organización Identidad Robada, el abogado Daniel Monastersky viene batallando desde hace años para que los usuarios de tecnología tomen recaudos, y así evitar este tipo de consecuencias.
"Damos muchas charlas y la verdad es que la mejor manera de evitar estos percances es concientizar a los usuarios de la tecnología", apuntó Monastersky.
Para el experto, "hay que dar ejemplos, y estamos ante un problema donde todos tenemos que intervenir, desde las organizaciones ciudadanas hasta el Estado, sumando a las familias y los colegios".
Los casos que llegan a la justicia, bajo distintos tipos de figuras penales, no paran de crecer. "Tenemos decenas de denuncias con mujeres cuyas fotos o videos en situaciones íntimas se publicaron en internet", señaló un vocero de los tribunales porteños.
Pero la fuente aclaró que "aunque hay casos de robos del material, en general las sospechas apuntan a ex parejas, que deciden publicar el material por despecho venganza". Y aclaró: "Es muy difícil trabajar estos hechos, porque si bien hay figuras penales, son considerados delitos menores, entonces los expedientes no avanzan".
Para Vicat, "en Argentina hay páginas realmente masivas, como Poringa u otras, que alojan material pornográfico denominado casero, sin chequear el origen".
La resultante de esa acción, explicó, "es que muchas veces es utilizado por ex novios que crean perfiles falsos y suben de manera impune estos contenidos, que una vez en la red no paran de reproducirse".
Si sube, no baja
Monastersky, por su parte, expresó, en el mismos sentido y de manera contundente que "lo que se sube a internet no baja más".
"En Estados Unidos hay una campaña muy interesante que tiene como eslogan pensá antes de publicar algo" aseguró.
El basamento sobre el cual se apoya Monastersky para formular ese concepto es el que afirma que "las fotos, los videos y los comentarios que se suben a la web no bajan más".
Es más, considera "una utopía pensar que se puede eliminar un contenido de internet", remarcó el referente de Identidad Robada .
"Los escándalos con figuras del ambiente artístico de nuestro medio como Silvina Luna, Florencia Peña y muchas otras, son parte del mismo fenómeno", dijo Vicat.
"Se debe reflexionar mucho al momento de la relación sentimental, considerando que esa unión puede terminar en algún momento, y hay posibilidades de que ocurra la divulgación de fotos o videos", sugirió.
Acerca del marco legal actual, Monastersky sostuvo que "las penas contempladas para este tipo de delitos son muy bajas. Lamentablemente, son delitos excarcelables".
Para tener una idea, detalló el especialista, la pena más grave que se puede recibir es de 4 años. "Por lo tanto -fundamentó- si esta persona no tiene antecedentes este sujeto no irá a la cárcel".
Finalmente, el integrante de Identidad Robada remarcó que "se recomienda a la gente y sobre todo a los adolescentes que piensen antes de filmarse y tomarse fotos, ya que estas imágenes pueden traer repercusiones en el futuro".
En ese punto, Monastersky puso como ejemplo lo que podría pasar cuando alguna de las personas involucradas en esas escenas se presenta para un trabajo, donde el empleador puede llegar a encontrar estas fotos en la web.
A modo de reflexión final, Monasterski sentenció que frente a este complicado panorama que ha sumado numerosas víctimas en los últimos tiempos "hay que tener mucho cuidado porque de alguna manera uno es lo que Google dice que es".
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