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Los conductores -pertenecientes a la empresa Expreso Villa Nueva de Quilmes- llevaron adelante la protesta en reclamo de la reincorporación de un empleado con fueros sindicales despedido.
Pasajeros de las líneas 257, 580 y 582 de Quilmes se vieron afectados ayer por un paro de colectivos, impulsado por los choferes pertenecientes a la empresa Expreso Villa Nueva en reclamo de la reincorporación de un trabajador con fueron sindicales que fue despedido.
El paro fue decidido tras una asamblea de trabajadores y, al cierre de esta edición, se extendería hasta que las autoridades de la empresa den marcha atrás con el despido. No obstante, los choferes también incluyeron en la medida de fuerza una serie de reclamos entre los que se destaca un pedido de recomposición salarial, ya que aseguran que hubo una importante pérdida del poder adquisitivo.
Carlos Franco, delegado de Expreso Villa Nueva, manifestó que "el punto principal de esta asamblea es el despido de un compañero que se encuentra con fuero gremial y fue vulnerado directamente por la empresa y por el gremio, que hasta ahora no hizo nada".
Asimismo, el trabajador, en diálogo con Radio FAN, aseveró: "Pedimos su reincorporación porque es totalmente injusto y arbitrario. No hubo motivos para despedirlo, y en este caso encima se trata de un compañero que tiene fueros".
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Con respecto a la pérdida salarial, Franco consideró que es "el flagelo fundamental y más grande que sufrimos", porque "quedó muy a la baja". "Estimamos que fue cercenado prácticamente el 50 por ciento del poder adquisitivo de nuestro salario en los últimos años de gobierno de Macri", aseguró el delegado gremial.
Cabe destacar que la línea 257 une Solano con Bernal Oeste, Quilmes y el cementerio de Ezpeleta, La línea 580, Ezpeleta Oeste, Quilmes y el cementerio de Ezpeleta. Y la línea 582, San Francisco Solano, Quilmes y el cementerio de Ezpeleta.
Sumaron fuerza
Tras las primeras horas de la protesta, los choferes decidieron plegarse a la medida de fuerza que impulsaron desde la empresa de colectivos del Grupo DOTA, que derivaron en serios incidentes y en la toma de la sede del sindicato Unión Tranviarios Automotores (UTA), ubicado en el barrio porteño de Balvanera.