Debido a esta situación, los estudiantes de tres escuelas de Rosario sufrieron junto a sus padres la demora de la salida de los ómnibus rumbo a su viaje de fin de curso de la primaria.
Lo llamativo de la situación es que los choferes explicaron que algunos mastican hojas de coca para poder estar alertas y despiertos, pero esa respuesta no convenció a los padres de los estudiantes.
Después que los padres observaron la irregularidad de parte de los tres conductores que debían trasladar a los menores a de viaje de estudios hacia Villa Carlos Paz, apareció un cuarto chofer que pasó el análisis.
El hecho ocurrió el domingo y el titular de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, Héctor Peiró, hizo de mediador entre la empresa de turismo, la firma de micros Costa Viaje –a cargo del traslado del contingente escolar–, y los padres.
La situación de los tres choferes quedó al descubierto por la decisión de los padres que pidieron el control de alcoholemia antes de la salida de los micros y se encontraron con la sorpresa de un primer chofer que dio positivo en narcolemia, y los dos siguientes tampoco pasaron el test.
Peiró, en declaraciones a la prensa local manifestó su malestar por la falta de controles de los organismos nacional y provincial a los micros y dijo que se comunicó con el intendente Pablo Javkin para ponerlo al tanto de la situación.
Además, anticipó que en la semana buscará presentar su reclamo a la CNRT y la Secretaría de Transporte provincial.
Por su parte, la madre de uno de los alumnos dijo que, si no era por los padres que pedían los tests, estos no se hacían, y afirmó que "deberían hacer estos controles a todos los choferes que salen".
Fuente: NA.
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