Un sexagenario y su hija murieron intoxicados por las emanaciones de gases de monóxido de carbono de un grupo electrógeno de uso domiciliario que habían conectado dentro de su vivienda, en el barrio de Villa Ortúzar, para hacer frente a uno de los tantos cortes de luz que se multiplican en la Capital Federal por la ola de calor.
La familia había adquirido un equipo para poder suministrar de forma casera energía a la instalación eléctrica de su vivienda. Estos dispositivos son alimentados con gasoil y generalmente son utilizados por negocios y consorcios de edificios para hacer frente a los apagones de la época estival. Pero en las últimas semanas las casas de familia comenzaron a alquilar o comprar estos generadores de electricidad.
Fue el caso de Oscar Rouille, de 62 años, que decidió adquirir un grupo electrógeno para su departamento de la calle Charlone 1756 y el lunes por la tarde lo conectó a raíz de un apagón en la zona.
Según informaron fuentes policiales, el hombre y su hija, de nombre María Sol, de 24, perecieron a causa de los gases mortales expelidos por el equipo instalado en un ambiente sin ventilación. Su mujer, en cambio, logró sobrevivir: se despertó ayer por la mañana y pudo dar aviso a la Policía al comunicarse con la línea de emergencias 911.
Fue así que efectivos de la comisaría 37º arribaron al departamento del tercer piso del edificio de la calle Charlone y encontraron los cadáveres de la hija en la cama de la habitación y el del padre en un baño.
Cuadro dantescoConmocionada por lo sucedido, la mujer fue trasladada hasta el Hospital Tornú donde se encuentra internada en grave estado a causa de la intoxicación sufrida por la inhalación de monóxido de carbono.
Los vecinos del barrio no ocultaban su estupor frente a la tragedia que cobró la vida de Oscar y su hija arquitecta y recordaron que la familia decidió conectar el equipo para superar los problemas causados por la falta de luz en la zona.
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