El azúcar estimula la producción de la hormona andrógeno, que está asociada con la calvicie.
Si optas por endulzantes artificiales, el resultado es el mismo ya que éstos favorecen la caída del cabello. La vida es amarga.
Los alimentos con grasas saturadas elevan los niveles de testosterona, que aceleran los procesos a temprana edad.
El sushi, por su parte, no tiene grasas pero sí altos niveles de mercurio, que es funcional a la calvicie.
El alcohol bloquea la absorción de minerales como el zinc, que favorece el crecimiento del cabello.