Una funeraria inaugurada por su hermano en los setenta le abrió el horizonte en una actividad singular en la que siempre aplicó el mandato familiar de buscar soluciones para restarle dramaticidad a un momento terrible.
Tras explicarle al periodista la conveniencia de mandar hacer con tiempo un ataúd ploteado con los tres colores del equipo de fútbol que lleva en su corazón el día que ese músculo le deje de latir, Ricardo Péculo insiste en que organizar en vida un velatorio tiene el mismo sentido que armar anticipadamente otro tipo de celebración.

"¿Acaso se organizan fiestas de casamiento el mismo día de la boda o se invita al cumpleaños de quince de una hija horas antes del festejo" pregunta el funeral planner de 62 años que ejerce una filosofía inaugurada por su ya fallecido hermano Alfredo, cuyo propósito apunta a bajarle peso al traumático momento instalado por la muerte.

Este y otros conceptos nacidos de ejercer un trabajo del cual ironiza que al contrario de otras actividades sus clientes "vienen una sola vez", forman parte del amplio repertorio del tanatólogo orgulloso de la profesión que empezó a abrazar de adolescente.

Forjado en frías noches de recorrida por las salas velatorias y entierros en tardes oscuras y lluviosas, el hoy es director del Instituto Argentino de Tanatología Exequial (IATE) aseguró a HISTORIAS DE VIDA que "no es que la gente tenga resistencia a pensar en un velatorio organizado, sino que vanidosos como somos todos en realidad, lo que hay es miedo a que ese velatorio fracase".

De la mano de su hermano al que define como el innovador que le sacó el color negro a los coches fúnebres desde la empresa del rubro que abrió en los setenta en Villa Adelina, Ricardo es un convencido que a la muerte se la debe tratar con respeto pero también, con naturalidad.

En esa línea apunta a que "hay que pensar en incorporarla a la educación porque a los chicos se los educa mal frente a ese tema. ¿Por qué se les miente cuando muere una mascota de la casa y sus padres les dicen 'el perrito se fue'. No se fue a ningún lado -enfatizó- se murió, nada más que eso".

Al hablar de los nenes Péculo acompaña con una carcajada el recuerdo de cuando su hija Karina respondía contenta "mi papá entierra muertos" a la inocente pregunta de la maestra acerca de qué trabajaban los padres de sus alumnos.

Funebrero hasta la muerte

Al propio Péculo su condición de funebrero le permitió aprobar exámenes en la secundaria "en los que hablaba de lo que hacía en los servicios", con lo cual acaparaba la atención y el morbo de los profesores, en un más allá de los puntos específicos del programa.

"La verdad de todo esto es que quien acepta la muerte no va a vivir más pero seguro vivirá mejor", subrayó para poner distancia del tabú que cuando era joven encarnaban el sexo y la muerte".

"Así como Alessandra Rampolla sacó al sexo a la luz, yo lo hice con la muerte", añadió. El ejemplo fue el programa sobre su metié que tuvo en la televisión por cable, "De aquí a la eternidad", y la tecnicatura en Gestión para Empresas de Servicios Fúnebres, que se dicta en la Universidad de Avellaneda y donde tiene a su cargo las materias Ceremonial Exequial y Tanatopraxia y Tanatoestética.

A eso ahora le suma la nueva bandera que levanta en la actividad, los ataúdes temáticos, como el que ya se hizo hacer con una imagen suya ataviado de gaucho. "Soy tradicionalista y quiero irme así", aseveró, antes remarcarle al periodista que el féretro tricolor es posible. Eso sí, más fácil si se encarga con la debida anticipación.

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados