El Banco Francés, Adidas, Nike y Topper jugaron su propio superclásico en la casaca y el calzado de los 22 gladiadores que dieron alegría a la gente.
Ganó el Francés. El banco, porque terminó en empate de sus dos camisetas. El otro, bautizado Trezegol, se quedó con las ganas de que uno de sus Topper rojos, hechos a medida para este partido, metieran el gol que mereció su equipo. Empataron en dos ayer en el Monumental, pero fueron varios los que ganaron el otro partido, el de las marcas.
Empecemos por los botines, que patearon la redonda Adidas que giró hasta que Lunati dijo “basta”. Hasta ahí hubo parda. Adidas calzó a cuatro de Boca (Albín, Schiavi, Sánchez Miño y Colazo), y a nueve de River (Barovero, Mercado, Pezzella, Botinelli, Sánchez, Cirigliano, Mora, González Pires y Ariel Rojas). Nike conquistó a nueve xeneizes (Burdisso, Clemente Rodríguez, Pochi Chávez, Somoza, Erviti, Viatri, Silva, Paredes y Acosta) y a cuatro del millo (Ramiro y Rogelio Funes Mori, Ponzio y Aguirre). Eso sí, en goles ganó la pipa 3 a 1.
Orión desentonó al usar “marca blanca”, como se dice en la jerga marketinera, aunque en este caso fueron botines negros, cubiertos con el mismo betún que usó Riquelme para tapar las tres tiras al no arreglar el contrato con la marca alemana. En los guantes hubo Alcoyana-Alcoyana: Reusch para Orión y Barovero, aunque el de Boca se los olvidó en el primer gol.
El otro jugador de la cancha, Pablo Lunati, usó botines Adidas, camiseta flúo Diadora, con isologo de SADRA, publicidad de Colorshop y la inscripción en la espalda que decía “El clásico del mundo”. River salió a la cancha con una remera violeta, y una inscripción “Por la vida sin violencia”. Falcioni lució remera negra, y Almeyda camisa cuadrillé.
Afuera también
Fuera de la cancha también pulularon las marcas. La segunda bandeja la compartieron Fibertel y BBVA Francés. Detrás de los arcos se vio cartelería de la consultora KPMG, Chevallier, ESCO y Polacrin, y lucieron los infaltables inflables, sea la redonda y el botín de Adidas como la pelota y la tradicional botella de Coca. El carrito fue de Swiss Medical, el maletín de los médicos millonarios tenía tres tiras y el de los de Boca lucía la pipa, los reporteros gráficos lucieron la pechera de Coca, y en los chalecos de los “anchos” de seguridad decía Tech Security. Los bancos de sustitutos fueron ploteados de Powerade, y la manga simuló una pila Energizer. Los jugadores se refrescaron con agua Dasani, y cuando miraban por algo el cartel electrónico se encontraban con una mega lata de Coca-Cola.
En las denominadas “alfombras” que están pegadas a la línea de meta se mantuvieron Allianz, Sica, Easy y Vea como en los últimos años. Para cerrar esa zona de la cancha, el zócalo de la red decía Pinturas Venier.
Capítulo aparte fueron las marcas que rotaron en el LED que comercializa la empresa Estática Internacional mientras corrían los jugadores.
Ahí la batalla de sectores fue ganada por el financiero, desde los bancos como Credicoop, Provincia, Hipotecario, Columbia, BBVA, hasta Rapipago o las financieras CrediPaz y Efectivo Sí, pasando por las aseguradoras SanCor y La Nueva o las tarjetas Shopping y Cabal.
Como viene sucediendo en los últimos tiempos, le respiraron la nuca las pinturas (Sinteplast, Recuplast, Megaflex, Danzke de Petrilac, Alba, Plavicon, Netcolor, Polacrin y la pintura para autos Trimas). Interesante fue lo de las ruedas (Pirelli y Bridgestone), las dos ruedas (las motos Appia y Guerrero) y las cuatro ruedas (Flecha Bus), como también lo del rubro “alimentos y bebidas”, representado por Quilmes, Coca, Powerade, Cinzano y jamones La Octava.
La construcción tuvo como estandartes a Weber y Johnson Acero, y los electrónicos también cantaron presente con Philco, TCL, Noblex, Atma y uno de los lugares donde se venden: Ribeiro. La salud apareció en la estática con Medifé y Galeno, pero también con Ibupirac, en tanto que el rubro “otros” esta vez estuvo compuesto por Quini 6, DirecTV, PDV Sur, La pilcha Ringo, El Gráfico Diario que debuta mañana y Adidas. Ganó el Francés, no Trezeguet, sino el BBVA, porque hubo parda. Pero uno puede recurrir a las mangas de las camisetas de ambos clubes tal vez para resumir el final del partido. Durante los 94 minutos, Boca no logró lubricar su juego con Total. Y los de River. Los de River algo se quieren cortar con Tramontina.