Más de 2.300 personas murieron tras un fuerte terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter que sacudió el centro de Turquía y el noroeste de Siria, derrumbando edificios y provocando la búsqueda de supervivientes entre los escombros.
Según informaron fuentes oficiales, al menos fallecieron 2.300 personas por la catástrofe y se reportaron más de 10.000 heridos.
El sismo se sintió también en Chipre y Líbano.
La comunidad internacional envió sus condolencias por las víctimas, entre ellos el Gobierno argentino que expresó su solidaridad a través del presidente Alberto Fernández, en tanto que el Papa Francisco ofreció sentidas oraciones por los miles de muertos y heridos.
La Unión Europea y el presidente ruso, Vladimir Putin, manifestaron su disposición a mandar ayudar a la zona del desastre, mientras el primer mandatario estadounidense, Joe Biden, se mostró profundamente entristecido por el devastador terremoto.
Además, la Asamblea General de la ONU guardó un minuto de silencio por las víctimas.
Según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía, el terremoto dejó en ese país al menos 1.498 muertos y unos 8.533 heridos y provocó el derrumbe de unos 2.834 edificios, lo que hace temer un número aún mayor de víctimas.
En Siria, en tanto, el potente terremoto causó al menos 810 muertos y más de 2.280 heridos, entre zonas bajo control del gobierno y las que están en mano de los rebeldes.
El Ministerio de Salud sirio informó 430 personas muertas y 1.315 heridos en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra, mientras que los Cascos Blancos, que operan en las partes en manos de los rebeldes y fueron quienes se movilizaron en esas zonas, indicaron que hubo al menos 380 muertos y más de 1.000 heridos en esos sectores.
El temblor se sintió a las 4.17 (23.17 hora argentina del domingo) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, a unos 60 kilómetros de la frontera siria.
El movimiento telúrico se sintió también en el Líbano y Chipre y a su vez en Dinamarca y Groenlandia donde los temblores fueron claramente registrados por los sismógrafos de estos países
Turquía está situada en una de las zonas sísmicas más activas del mundo y en agosto de 1999, un terremoto de magnitud 7,4 en la escala de Richter sacudió el noroeste del país y dejó 17.000 muertos.
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