El delfín conocido como "Manoliño" es todo un atractivo para los bañistas de las costas de Galicia, España. Sin embargo, los expertos en cetáceos ya enviaron varios mensajes de alerta para que las personas dejen de interactuar con el animal.
Todo empezó hace aproximadamente un año, cuando un mariscador de la zona "comenzó una amistad" con el delfín, que, tras ser repudiado por su manada, se acercó al pescador quien estaba junto a sus compañeros.
Roger, el pescador, trató con el animal, que adoptó la rutina de acercarse al grupo de trabajadores. Fue Roger, de hecho, quien bautizó al delfín como "Manoliño".
Como era de esperar, la población costera buscó también en el agua entablar relación con uno de los atractivos de la ría. Pero los expertos pidieron encarecidamente que detengan estos acercamientos con el cetáceo, instando a los ciudadanos a salir del agua cuando el animal se aproxima.
El motivo de la advertencia radica en que estos animales pueden protagonizar incidentes graves, como el de un submarinista que fue mordido y arrastrado hasta la superficie.
Otros de los motivos, y no menos importante, gira en torno a que "Manoliño" podría perder el miedo a los humanos, lo cual es clave para su supervivencia.
Los biólogos son firmes en el pedido de ignorar sus llamadas de atención. Desde la ONG Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) señalan que en caso de encontrarse con "Manoliño" deben "ignorarlo y salir del agua lo antes posible. Nunca acercarse ni intentar tocarlo. Adoptar actitud de indiferencia y salir del agua. Observarlo siempre desde la distancia".
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