El medio británico BBC difundió una filmación que es parte de una profunda investigación periodística en la que se adentró en fábricas textiles de firmas como Mango, Zara, Marks and Spencer y Asos, donde descubrieron a decenas de trabajadores provenientes de Siria, entre los cuales había varios niños que realizaban tareas a la par de los mayores.
De acuerdo a uno de los testimonios, el sueldo suele estar cerca de un euro por cada hora trabajada durante una jornada que puede componerse de más de 12 horas sin parar.
Uno de los chicos realizaba el planchado de las ropas que iba a ser enviada directamente a Reino Unido, uno de los tantos países europeos que solicitan las prendas debido a su escaso costo y velocidad de exportación.
Otro de los trabajadores aseguró que reciben muy malos tratos: "Si algo le pasa a un sirio, se deshacen de él como un pedazo de tela".
Desde las compañías negaron que tengan trabajadores en esas condiciones y se calificaron como "extremadamente serios", a pesar de que aseguraron que monitorean su cinta de producción.
"Todos nuestros proveedores están contractualmente obligados a seguir nuestros principios globales de abastecimiento, que incluyen lo que esperamos y exigimos a ellos y su trato de los trabajadores", manifestó un vocero de Marks and Spencer.
La investigación también reveló que en Zara parte de las tareas consistía en rociar con químicos algunos pantalones, pero los que realizaban ese trabajo no tenían ningún tipo de protección, a pesar de la alta toxicidad del contenido del producto.
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