Nicolás Maduro se impuso en las elecciones de Venezuela con 50,66% de los votos válidos contra 49,07% del líder opositor Henrique Capriles, que afirmó que no reconocerá el resultado hasta que no se recuenten los votos.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, leyó poco después de las 23.15 de anoche (las 0.45 del lunes en la Argentina) el boletín oficial con los resultados correspondientes a 99,12 por ciento del escrutinio y aclaró que la tendencia era irreversible.
La lectura del boletín por parte de Lucena pareció la orden para que se desatara una salva de fuegos artificiales que atronó Caracas por alrededor de media hora y la inmediata aparición de Maduro en el palacio de Miraflores, sede del gobierno, desde donde dirigió un mensaje.
El mandatario electo -que jurará su cargo el viernes próximo- reveló que un rato antes recibió un llamado telefónico de Capriles.
"Lo atendí porque soy hombre de diálogo", dijo, aunque más temprano, después de votar, había respondido a una periodista que le preguntó si, en caso de ser consagrado, conversaría con su adversario, que "no va a haber diálogo con la burguesía" sino sólo "diálogo bolivariano con el pueblo organizado".
"El me transmitió su visión, yo le transmití la verdad; él me propuso mandar a los jefes de campaña al CNE para hacer un pacto, le dije que no; también me propuso que llamáramos a la paz y es lo que quiero hacer aquí", señaló Maduro.
"Al final de 15 minutos, le dije: tenemos una diferencia de fondo; yo respeto tu criterio, tú respeta el nuestro", completó.
La difusión de los resultados también dio lugar a un incidente, cuando el único de los cinco directores del CNE que no es oficialista se quedó en el estrado mientras las otras cuatro magistradas se retiraban y pidió que se realice la auditoría de la totalidad de los comprobantes de votos, dada la escasa diferencia de votos entre Maduro y Capriles.
"Mantener al país en vilo una semana por una auditoría es jugar con la estabilidad del país", respondió Maduro. Sin embargo, un rato después dijo: "Vamos a hacerlo, no tenemos miedo; confiamos en el sistema electoral".
El resultado anunciado por el CNE confirmó la validez de los pronósticos de muchos analistas y ciudadanos de a pie, a falta de encuestas de intención de voto en las últimas semanas y con la única referencia de unos pocos sondeos realizados hace un mes, cuando comenzó la campaña y aún era muy alto el impacto emotivo por la muerte del presidente Hugo Chávez.
Precisamente a Chávez dedicó su éxito Maduro. "Mañana la construcción de la patria continúa por el gigante", dijo, utilizando un adjetivo con el que a menudo se refiere al líder muerto.
Con 99,12 por ciento de los votos escrutados, Maduro reunió 7.505.338 (50,66 por ciento de los sufragios) y Capriles obtuvo 7.270.403 (49,07 por ciento). La diferencia fue de 234.935 votos.
Con un porcentaje de votos relevados similar al del último boletín publicado por el CNE sobre las presidenciales del 7 de octubre pasado, Maduro recibió 685.794 votos menos que los que obtuvo entonces Chávez y Capriles captó 679.099 sufragios más que los que había reunido él mismo seis meses atrás.
Entre Maduro y Capriles se quedaron con 99,73 por ciento de los votos válidos, en tanto el restante 0,27 por ciento se repartió entre los otros cinco postulantes, y la tasa de abstención fue de 21,29 por ciento de los casi 18,9 millones de empadronados, apenas por encima de la de 19,52 por ciento registrada el 7 de octubre.