Los estándares humanitarios establecen que la cantidad mínima de agua diaria en casos de emergencia es de 15 litros, utilizados para beber, lavarse o cocinar, y 3 litros diarios sólo para supervivencia.
Según denunció Unicef, los niños desplazados en el sur de la Franja de Gaza sólo tienen acceso a entre 1,5 y 2 litros de agua al día, un 10 % del mínimo necesario para la hidratación e higiene a causa de la ofensiva de Israel.
Mediante un comunicado aseguraron que los sistemas de agua corriente y saneamiento de la zona "se encuentran en un estado crítico" y que "el 50 % de las infraestructuras están inoperativas o destruidas".
Además, agregaron que "cientos de miles de desplazados internos, aproximadamente la mitad de ellos niños, han llegado a Rafah (sur de Gaza) desde diciembre con una necesidad urgente de comida, agua, refugio, medicinas y protección".
En el comunicado, la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, indicó que el "acceso a una cantidad suficiente de agua es un asunto de vida o muerte, y los niños en Gaza no tienen prácticamente una gota para beber".
"Los niños y sus familia se ven obligados a utilizar agua de fuentes insalubres altamente salinizadas o contaminadas", aseveró la responsable, quien alertó de que "muchos más niños morirán de privación y enfermedades en los próximos días".
Los estándares humanitarios establecen que la cantidad mínima de agua diaria en casos de emergencia es de 15 litros, utilizados para beber, lavarse o cocinar, y 3 litros diarios sólo para supervivencia.
"El impacto en los niños es especialmente dramático", según la agencia, "ya que son más propensos a la deshidratación, la diarrea, enfermedades y malnutrición", y especificó que "afecciones como el cólera o la diarrea crónica se propagan particularmente rápido ante la falta de agua potable".
Las organizaciones sobre el terreno aseguraron que la media de casos de diarrea en niños de menos de 5 años se ha multiplicado por 20, y se han reportado además casos de sarna, piojos, varicela, erupciones cutáneas y más de 160.000 casos de infección respiratoria aguda.