Los pobladores de la localidad de Meizhou, en la provincia de Guandong, descubrieron con horror que una serpiente pitón se había tragado a un perro.
Como notaron que el reptil no había terminado de engullir a su víctima, y que existía una mínima posibilidad de rescatar al can, se pusieron en contacto con las autoridades, que enviaron a un grupo de especialistas para lidiar con el animal.
Los agentes locales se hicieron presentes en el poblado y encararon a la pitón, a la que formaron a regurgitar al perro, aunque éste ya había muerto por acción del sistema digestivo del predador.
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