Una antigua versión remonta el origen de esta exclamación a la época de las Cruzadas. Según ella, proviene de la frase latina “Hierosolima est perdita” (Jerusalén está perdida), palabras que los caballeros teutónicos gritaban a los infieles para intimidarlos y forzarlos así a renunciar a la ciudad santa. Con las dos letras iniciales de la palabra Hierosolima, más la p de perdita, se formó la sigla Hip. En cuanto a ¡hurra!, es una interjección que proviene del eslavónico bu-raj, y significa al Paraíso. El sentido completo de la frase sería: “Jerusalén está perdida para el infiel y nosotros estamos en camino al Paraíso”, aunque la versión no está del todo confirmada. Lo cierto es que la exclamación se vinculó al aliento de una hinchada en el ámbito deportivo al ver triunfar a su equipo.