Quienes optan por tener peces en casa, muchas veces creen que son mascotas fáciles de mantener y que requieren poco trabajo. Si bien es cierto que implican menor atención que un perro o un gato, también significan una nueva responsabilidad que se deberá asumir con seres vivos que dependerán exclusivamente de las personas para subsistir en un hábitat que no es el natural.
Los peces son mascotas entretenidas, pero al elegirlos se deben tener en cuenta algunos aspectos clave para su cuidado.
Habitualmente se eligen peceras del aspecto de una bola de cristal, con muy pocos litros de capacidad. Es práctica y decorativa, pero habrá que cambiarle el agua todos los días. Además como su temperatura es variable, no es el medio más adecuado para albergar a los peces. En ella simplemente sobreviven en medio de condiciones bastante adversas. Padecen de falta de espacio y acusan ese ambiente tan diferente al suyo original, en el que se reprimen sus instintos naturales. Además no se pueden introducir en las peceras los peces llamados tropicales, porque necesitan condiciones tanto biológicas como químicas y de temperatura mucho más estables. Por eso, es conveniente considerar la necesidad de armar un acuario completo, en el que se podrá observar cómodamente los juegos, ciclos reproductivos y alimenticios de los peces, tal y como los desarrollarían en su vida natural.
Siempre es conveniente contar con la orientación de los especialistas del acuario, para saber sobre los tipos de peces convenientes de acuerdo a las posibilidades de cada hogar. En el caso de optar por pequeñas peceras, hay que tener en cuenta algunos aspectos básicos sobre los cuidados que requieren. Habrá que dedicarle unos minutos diarios para realizar el siguiente procedimiento: sacar a los peces de la pecera. Si el procedimiento resulta incómodo por tener que agarrarlos con la mano, es mucho más práctico usar una red especial para sacarlos. Luego habrá que vaciar el agua vieja, sucia y pobre del día anterior. Limpiar bien el interior con agua limpia, sin emplear nunca jabones ni otros productos químicos. Llenar de nuevo la pecera con agua corriente de la canilla, procurando ponerla a temperatura ambiente, ya que en invierno puede ser que salga demasiado fría y los peces noten el cambio repentino. Luego añadir un producto anti-cloro, ya que el agua de la canilla no es del todo idónea para el bienestar de los peces, porque contiene un exceso de cloro y metales pesados. Hay productos muy económicos y sencillos de emplear. Finalmente volver a introducir los peces y alimentarlos, dos veces al día, con 4-5 escamitas por pez, con su comida especial para peces de agua fría.
Quienes disfrutan de los peces como mascotas, también podrán dedicar varios minutos al día a la observación de estos animales, y así realizar un examen preventivo de su salud, para mantenerlos en perfecto estado. Conviene observar su comportamiento general, como por ejemplo su forma de nadar, de comer, de relacionarse entre ellos, como examinar meticulosamente su apariencia externa: aletas, escamas, color de la piel, aspecto de ojos y boca, ya que muchas enfermedades de los peces ofrecen signos externos.
También es un estímulo para combatir el estrés, dedicar varios minutos al día a disfrutar de la calma y tranquilidad que se obtiene al quedarse mirando vagamente a estos animales. Si los peces ven repetidas veces a su lado a una persona, la perciben sin ningún problema para ellos, aprenden a reconocerla, ya que es quien los alimenta.
Por último, sería conveniente pasado un tiempo, intentar mejorar su calidad de vida, y planificar un cambio de hábitat a un acuario más grande. Aunque increíblemente hay muchos peces que se adaptan sin excesivo estrés a un espacio cerrado con tres litros de agua estancada, y como prueba es que no se enferman ni mueren en años, no conviene quedarse tranquilos.
TIPS -Antes de entusiasmarse con los peces de colores llamativos, conviene consultar con un especialista. Hay muchas variedades, pero generalmente son recomendadas para un acuario más importante.
-4 o 5 escamitas por pez, dos veces al día, es suficiente para alimentar a los peces que tengamos en casa; se trata de una comida especial para peces de agua fría. También habrá que tener en cuenta otros aspectos importantes, como la limpieza adecuada de la pecera y colocar un producto anti-cloro.
Económicos y resistentes Los ejemplares que son típicos de pecera, por económicos y resistentes, son los conocidos como cometas, peces rojos, en estanques los kois y los shubunkin.
¿Cuándo consultar? No hay que dudar en consultar al veterinario o al especialista en peces, cuando se tenga la menor sospecha de que pueden sufrir algún malestar.
Informarse bien antes de llevar peces a la casa Tener peces en la casa cuando nunca se tuvieron antes como mascotas, es una tarea que requiere informarse con tiempo antes de adquirirlos. Contar con el consejo de un especialista que pueda orientar sobre cuáles son las especies recomendadas para los novatos, e indique las condiciones de vida que deben tener, así como la alimentación e higiene adecuada, y los requerimientos de cada especie en particular, es fundamental. Además es conveniente comprar los peces en un lugar especializado. Tampoco hay que dejarse entusiasmar con peceras decorativas, que puedan resultar ser muy atractivas como adorno, pero que en definitiva no cumple con el espacio y las características de un habitáculo ideal para el buen desarrollo y vida de los ejemplares que se adquieran. Tampoco conviene poner en una pecera pequeña, más peces de los que los especialistas aconsejan, pues pueden morir.
La mayoría de los peces de pecera que se comercializan descienden en origen de carpas de río. Pertenecientes a la familia de los ciprínidos, tienen un nombre científico común que es "Carasius auratus". Fueron desarrollados fundamentalmente en China y Japón a base de cruzas y distintas mutaciones y se lograron animales muy diversos, con colores variados, desde el rojo, blanco, cobrizo, chocolate, azul, marmóreo, negros, con colores uniformes o a manchas combinando cualquiera de los anteriores. La mayoría de las especies son compatibles entre sí y pueden mezclarse en un mismo territorio, aunque también es cierto que las más espectaculares y bellas son ejemplares más caros y delicados y no aconsejables para una pecera pequeña, sino para acuarios bien montados.