Ciro, Guasones, La 25, Gardelitos, Salta la Banca, El Bordo, Malón, Carajo, Viticus y el homenaje a Pappo, a 12 años de su muerte, -Luciano Napolitano y Boff también estuvieron para recordar al prócer-, fueron los platos fuertes de la jornada que abrió la 17ª edición del festival más grande de la Argentina. Más de 20 mil personas vibraron en Córdoba.

Desde el vamos, el rock, el metal y el punk te hacen sentir una energía increíble. Una sensación difícil de describir para alguien que no sabe de estos trotes. Cómo le explicás a alguien que no es del palo el sentimiento que genera esta música en nuestros cuerpos. Por más que les expreses todo -y lo más gráfico posible eh-, no lo entenderían. No les entraría en la cabeza que nos hierva tanto la sangre, y que nos lleve a hacer de todo. Lo que se imaginen y hasta lo que no se imaginen para disfrutar un show y llevarnos a casa ese placer impagable de los tímpanos saturados y las casacas hechas agua con olor a batalla. Es algo complicado explicarle a alguien que no ama esto, como la bendita y sanadora música nos hace transmutar.

Como en el día a día, cuando le das play a los discos y/o en cada reci que pisás, ayuda a transformar esas preocupaciones y esos mambos que tiene cualquier laburante por el sistema económico cruel en el que estamos y por la vida misma. Así de mágica es la música, y obviamente así de mágico son el rock, el metal y el punk, y todos los géneros. Entonces, volviendo al poder que tienen estos estilos y sus diferentes matices, imaginen sentir este “tsunami” de energía en un lugar tan maravilloso como Santa María de Punilla; un lugar que de por sí el aire mismo te explota los pulmones de vibraciones positivas que te activan. Es fantástico, místico, de cuento.

Vivir más de 12 horas intensas repletas de musiquita con las sierras de fondo, decenas y decenas de bandones (de los que juegan en primera, y de los talentos que emergen con fuerza), y diferentes expresiones de arte por tantos lados que no sabés para donde correr; 7 escenarios y cientos de otras actividades, es algo realmente enfermante de bueno. Una movida gigante, tan impactante como desgastante. Algo solo apto para los que tienen una manija de las cósmicas. Pero bueno, el rockero, el metalero y el punky justamente reúnen esas condiciones. Este sentimiento. Ya saben y entienden todo lo que representa para el cuerpo este trajín, está maratón de pogo, headbanging, y agite.

Y ni hablar toda esa bandada de los pibes y pibas que se hacen kilómetros, kilómetros y más kilómetros; que duermen en donde sea, tengan o no tengan un mango; que se arreglan con unas galletitas y un mate, o algún sánguche que pinte o incluso le conviden por ahí. Los fieles que hacen cualquier cosa para llenarse el alma con canciones, esas incondicionales compañeras. El rock, el metal, el punk, la música misma vive en ellos. Emerge de los corazones y de los poros de los que crean esas alucinantes composiciones conmovedoras, y de los que copan los lugares por sentirse conmovidos. Hoy le tocó a Córdoba, y mañana no sé. En la Quiaca, Tierra del Fuego o en donde sea, estos devotos van a estar gritando presente. Como dice el cantito de cancha que se hizo carne en los recis: 'andate a tocar a la luna, la luna la vamo' a copar...".

Y obvio que esas cerca de 20 mil almas que se adueñaron del aeródromo de Santa María de Punilla -cifra bastante menor a la del año pasado- recibieron el trato que merecen por todo el esfuerzo que hicieron para estar ahí. Un predio incomparable para ver recis, un sonido bestial y acorde a la talla de las bandas en cada escenario, y propuestas lúdicas recreativas para todos los gustos. Quizá un toque caro en lo gastronómico, eh. Eso sí. Pero más allá de este gran detalle para el que se pasa 12 horas o más en un recinto, la apertura del CR17 fue sublime.

Jerarquía en todos shows. Desde Ciro y Los Persas, Guasones, La 25, Los Gardelitos, el enorme guitarrista estadounidense Rich Robinson (la pasó mal con la gente) de la legendaria banda The Black Crowes, Salta La Banca, El Bordo, Ojos Locos a Malón, Carajo, Horcas, Viticus, Lovorne, La Naranja, Plan 4, Los Antiguos, Bulldog, y Expulsados. Y este patrón que se repitió en el resto de los escenarios. Todos espectáculos cortos, pero al recontra palo. Después de vivir una experiencia tan loca como el Cosquín, queda claro que el rock mueve montañas...

Aparecen en esta nota:

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados