#NiUnaMenos
El hombre le impartió una paliza a su pareja en la cara y en la cabeza y, tras el hecho, huyó. La mujer lo denunció seis veces por violencia, pero recién este viernes consiguió una orden de restricción perimetral. “Me la dieron cuando me vieron toda golpeada”, contó
"Este hijo de puta es mi 'papá'". Hace una hora golpeó a mi mamá en plena ruta 197 frente a todos. Le empezó a golpear la cabeza contra el cordón mientras le pegaba en la cara. A mí hace dos semanas me golpeó las piernas y me dejó moretones por todos lados. Nos amenaza de muerte todos los días y la Policía no hace nada, estamos cansadas de ir a comisarías y fiscalías y siempre se lavan las manos". Así relató en su cuenta de Facebook Paula Micaela Boris, el martirio que vivió su mamá por parte de su padre y el sufrimiento que vive ella junto a su hermano, víctimas también de violencia física y psicológica.
Su posteo, que ya fue compartido más de 9570 veces, es un pedido desesperado no solamente para que les brinden asistencia legal y psicológica sino también para que las ayuden a encontrar al hombre que desde hace tres meses viene ejerciendo maltrato a su familia.
El relato de la madre es tan crudo como doloroso. "Bajó del auto furioso y cuando lo miro me dice 'Hija de puta' y empezó a pegarme. Me dio golpes en la cara, y en la cabeza me golpeaba contra el filo de la reja del negocio. Hasta que salieron los empleados. En ese momento, el huyó y no lo volvimos a ver", narró a Diario Popular Gabriela Reynosa, mamá de Paula.
Desde que se casó, hace 20 años, la mujer sufrió 6 golpizas por parte de su marido, al que viene denunciado desde 1995 en la Comisaría de la Mujer de José C. Paz. Nunca le dieron bolilla. "Siempre me atendieron bien, pero no tienen recursos. No les andan las impresoras ni las computadoras", justificó.
Aún recuerda el momento en el que su esposo por primera vez la dejó tirada, casi inconsciente. "Fue terrible. Me curó una vecina. Me abrió la cabeza, puso su rodilla en mi pierna y con la mano me ahogada", relató.
Sin embargo, por esos misterios que caracterizan a la psiquis, dijo que sólo recuerda la primera golpiza y la última. Y que después de sufrir las brutales palizas, pasaban días sin hablarse hasta que ella misma le decía después "Ya está, ya pasó" y todo volvía a la "normalidad".
Pero esta vez fue distinto. Decidió decir basta por ella y por sus dos hijos, aunque los organismos judiciales la subestimaron. Como el jueves, que cuando fue hasta el juzgado de paz le recomendaron que se mudara de casa.
"¿A dónde me voy a ir si no tengo nada? Ayer había ido a trabajar. Estaba entusiasmada porque era mi primer día, pero después de lo que pasó me echaron porque el dueño me dijo que no quería tener problemas. Así que estoy sin trabajo", contó Gabriela desesperada.
Este viernes logró una orden de restricción perimetral para que no se acerque a ella a menos de 500 metros, pero la obtuvo después de dos veces de ir a pedirla porque nadie tomaba seriamente la solicitud. "Recién me la dieron cuando me vieron toda golpeada", sostuvo.
Otro tipo de violencia
Hace seis meses, la mujer y sus hijos se enteraron que el hombre tenía otra familia. "Yo sabía que él me metía los cuernos. Pero no me hacía faltar las cosas. Hasta que se quedó sin trabajo y nosotros empezamos a trabajar. Le dábamos la plata él y después nos enteramos que se la gastaba con otra mujer", explicó Gabriela.
"Mi papá nos quiere sacar de la casa para vivir él acá. Hace poco vino, y nos robó. Hasta la ropa interior nos sacó", aseguró Paula, cansada de los distintos tipos de violencia ejercidos por su papá.
"Hice toda esta movida en Facebook para que alguien nos ayude, porque la Justicia no hace nada. Sabemos que está armado y tenemos miedo de lo que vaya a pasar. Puede hacer cualquier cosa", concluyó.