El intendente de Tigre, Sergio Massa, expresó su emoción y el religioso mencionó la amistad que lo une con su sucesor, Ojea. Miles de fieles se acercaron al homenaje.
En un emotivo evento que tomó lugar en la explanada de la Catedral de San Isidro, se llevó adelante la “misa de acción de gracias”, como fue bautizada la celebración, para despedir y rendir homenaje a Monseñor Jorge Casaretto, tras haber permanecido 28 años al frente la Diócesis de San Isidro. De esa manera, miles de fieles, seguidores y vecinos se acercaron para presenciar el encuentro al aire libre. Casaretto, aprovechó su carta pastoral de Cuaresma para despedirse de la comunidad diocesana tras dejar formalmente el gobierno pastoral de la diócesis y hacer un balance de sus años de vida episcopal. Al respecto, Casaretto agradeció fundamentalmente a Dios; y al referirse a su sucesor Ojea, afirmó: “En estos dos años que hemos compartido pudimos forjar una verdadera amistad cuyo centro ha sido y es el mismo Señor Jesucristo. Me alegra mucho que él sea ahora el obispo de todos ustedes”. “No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús”, finalizó Casaretto citando un pasaje de la carta de San Pablo a los Filipenses. Además, el obispo agradeció la presencia de todos los intendentes de zona norte, entre ellos el jefe comunal de Tigre, Sergio Massa, quien aseguró: “Estoy muy agradecido por el acompañamiento de Monseñor Casaretto con su oración en todo momento. A uno lo emociona el hecho de que termine su tarea en el obispado, mas allá de que seguirá presente”.
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