El cura primo del Che criticó a Francisco: "Aún no hizo nada"

Consultado en Radio Nacional por el primer año de Francisco al frente del Vaticano, dividió su rol en tres aspectos: los gestos, las palabras y los hechos.

"Nuestra sociedad, la latinoamericana, valora mucho los gestos. Juan Pablo II venía a nuestro país y pasaba a ser un Papa maravilloso. En los barrios viene el cura y es un fenómeno. A la gente le importa mucho el tema de la cercanía. Después vino Benedicto XVI, que en ese sentido tenía cero carisma, era un teólogo alemán. Y después de él aparece un latinoamericano que está lleno de gestos", relató.

De la Serna siguió con las palabras y enumeró que puede haberlas "sencillas, trágicas, que dicen mucho". "Yo, personalmente, creo que en los hechos, no ha hecho nada. De las cosas fundamentales que se esperaban de él hasta ahora, no hubo ninguna", sentenció.

"También –prosiguió- ha habido cosas muy interesantes. La exhortación apostólica, que vendría a ser como una encíclica para que se entienda, me parece excelente más allá de algunos puntitos; como programática es muy interesante. Pero después crea una comisión para lo económico y pone un obispo del Opus Dei...".

De la Serna parafraseó a Francisco y sostuvo, "como hombre de la Iglesia",  que "no puede ser que se hable más del Papa que de la Biblia". "Hemos pasado de una etapa con Juan Pablo II y Benedicto donde se hablaba tanto del Papa, que era más importantes que Jesús, y vos decías 'Jesús prefería a los pobres' y te miraban hasta con molestia; ahora lo podés decir porque lo dice el Papa...", agregó.

"No estoy criticando al Papa", aclaró. "Hace falta una reforma del papado. Si creemos que la Iglesia es del Papa, estamos perdidos. No puede ser que si el Papa es bueno, la Iglesia esté en primavera y si el Papa es malo, esté en el invierno".

De la Serna, identificado con la corriente del padre Mugica, evaluó que "es evidente que a Bergoglio como tal siempre le gustó lo político. Como obispo tenía cintura política, como Papa lo mismo. Yo personalmente quisiera que su peso político se hubiera dado por su credibilidad, por como es, por su misericordia y su cercanía con los pobres; es decir, que tenga peso no por poder y autoridad sino por ser como es".

Y comparó: "Jesús no tenía ningún poder, ninguno, era un carpinterito de cuarta, sin embargo el peso le venía dado por sus actitudes, sus palabras. Que el Papa tenga peso político como tal... quisiera que eso naciera de sus actitudes. Que sea candidato al Nobel hasta puede hablar mal de él. En su momento se lo dieron a (Henry) Kissinger, a (Barack) Obama, a la Comunidad Europea... es una especie de comedia".

Para finalizar, el sacerdote argentino comentó: "No creo que vaya a ser un Papa revolucionario. Hemos ganado en cercanía, es un tipo que tiene mucha calle, pero si pretenden que esto sea una revolución, estamos muy lejos".