"Jorge Bergoglio es bien porteño, aunque de raíz cultural italiana y por eso
se siente cómodo en Roma y con el idioma. Esa combinación encanta a los italianos", reveló la periodista Francesca Ambrogetti, coautora de la biografía El jesuita, con su colega argentino Sergio Rubín.
De sus conversaciones con el entonces cardenal primado de la
Argentina que fueron sintetizadas en el libro, la biógrafa, que nació en Roma y vive en
Buenos Aires, recuerda que hablaba mucho de sus raíces, de la cultura italiana.
"Contaba por ejemplo que en su casa de la infancia tenían la costumbre de reunirse en familia, los sábados, a
escuchar un programa de música lírica de
Radio del Estado, hoy
Radio Nacional, y la mamá les explicaba de qué se trataba cada ópera", reveló.
Ambrogetti dijo que Bergoglio "hablaba tanto de Italia que se imponía preguntarle si se sentía argentino.
'¡Sí, con todas las letras!', dijo. ¿Y su lugar en el mundo? 'Buenos Aires', respondió".
La familia Bergoglio había desembarcado en Buenos Aires en enero de 1929. Venía del norte de Italia, de
Portacomaro, cerca de
Asti, en el
Piamonte, razón por la cual los inmigrantes de ese origen fueron los más impactados aquí por la elección del papa.
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Recibimos la noticia con gran alegría y orgullo piamontés. Hubo una manifestación espontánea, con cantos. Bueno, nos juntamos todas las comunidades", dijo Néstor Eres, presidente de la Asociación Familia Piamontesa de la ciudad cordobesa de San Francisco, a 200 kilómetros de Córdoba en el límite con Santa Fe.
San Francisco, así nombrada por el mismo santo que inspiró el nombre del papa, junto con las santafesinas
Rafaela y Esperanza son el corazón del asentamiento de piamonteses en la Argentina.
La entidad publicó su beneplácito en una nota en el diario
La Voz de San Justo y planea fijar una placa conmemorativa en su sede, informó Eres.
La elección del Papa también emocionó a los descendientes de piamonteses que viven en Buenos Aires, según el testimonio de
Mario Oliveri, tesorero de la Asociación Círculo Líber Piemont.
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¡Qué sorpresa! ¡Un piamontés! Recibimos la noticia con mucha alegría, más allá de las creencias religiosas y las cuestiones políticas", dijo.
Oliveri afirmó que Francisco
"le gusta a la gente común, desde que el hombre se ha preocupado por hacer llamadas a sus amigos en su cumpleaños, por ejemplo, mientras que el otro papa, el alemán (Benedicto XVI), era muy duro, no tenía carisma".