Se cumple un siglo de una fecha nefasta para la humanidad: la revolución marxista, una forma nueva de gobierno que supuestamente vendría a salvar al mundo de la explotación del capitalismo y terminó explotando a su propia gente. Iba a dar de comer a todos y asesinó a millones, de hambre, especialmente en Ucrania (1932/1933), iba a producir una sociedad de “iguales”, y produjo una de obsecuentes, ladrones, asesinos y burócratas. Iba a ser el “futuro” de la humanidad, pero duró sólo siete décadas, derrumbándose sobre su propio peso y fracaso, y por la lucha de obreros y estudiantes húngaros, checos, polacos, ucranianos, y muchos rusos que ya no toleraban más al marxismo. Por suerte, hoy es sólo un recuerdo ya que es imposible calcular los millones de asesinatos cometidos por este brutal régimen, especialmente en la era de Stalin, carnicero y principal genocida. Hoy, de ese gran puñado de naciones que por fuerza bruta y sometimiento fueron convertidas en “Repúblicas Socialistas” queda una insignificante minoría de patéticos ejemplos, como Laos y Corea del Norte, entre otros. Hasta siempre bolchevique, esperamos no volver a verte. La única revolución con sentido fue la francesa de 1789, que aún con sus errores y limitaciones, mejoró la sociedad que recibió. A 100 años de la locura te decimos: ¡No más marxismo!
Gustavo Sterczek