Señor director:
La noticia de la Armada Argentina que dice que suspenden la búsqueda del submarino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre del año en curso con 44 tripulantes a bordo, es una vergüenza para este país repleto de controversias de distintas índoles, que la ciudadanía común debe tolerar y no las entiende porque resultan inverosímiles y descabelladas. Seré breve porque no merece más reflexiones de las dadas durante tantos días de la búsqueda de nuestros marinos argentinos. Los familiares luchan en soledad, tan perdidos en el tiempo como lo son sus marineros en alta mar. Quisiera preguntarles a la Armada y al gobierno: ¿qué pueden pensar los países internacionales que nos han brindado tanto apoyo de toda naturaleza? ¿Qué pueden pensar los 4.000 colaboradores anónimos que trabajaron de manera incansable hasta reunir lo necesario tendiente a no fracasar en la búsqueda de nuestros queridos tripulantes? El solo hecho de pensar que están deambulando en un mar perverso que no colaboró con este encuentro tan deseado por “todo el mundo” eriza la piel. Aún sin conocerlos, mi congoja se vuelve impotente. Siento amargura y desolación, pero no pierdo las esperanzas.
Alba Cuozzo
DNI 11.708.448