Señor director:
¿No cree que sea una incongruencia? La ciencia y el área de la farmacopea han podido determinar los nutrientes que necesita nuestro cuerpo. Pero nosotros le “mandamos” entre pecho y espalda lo bueno y lo malo. Todo va para el “buche” sin distinción. Luego, lo que el cuerpo no precisa, lo elimina. Mientras el proceso lleva varias horas y luego de recorrer 21 metros de “tratamiento”, se elimina. Pero si solamente introdujéramos lo que se necesita, menos trabajo para nuestro organismo y no habría casi desperdicios.
Lo lamentable es que cada cuerpo requiere cosas diferentes, entonces que todo siga igual. Además, ¿qué se haría con tanta gente que produce alimentos? De las pastas, pan, zanahorias, legumbres y carne, el cuerpo extrae una mínima parte.
Lo otro lo “tiramos”, igual pasa con lo que compramos. Un lindo envase y cobertura que termina en la basura. ¡Es un desperdicio total! Tal vez, con sólo unas píldoras no habría más basureros y podríamos comer lo justo y necesario... y en cualquier lugar. El tiempo que ahorraríamos, lo podríamos emplear en... ¿piquetes? o ¿descanso? ¡Lo que se podría ahorrar en tiempo, dinero y trabajo!
Marisa C. de la Plaza
DNI 12.562.311