Es difícil comprender ciertas cosas, tan habituales, como ver llover. El agua, por el calor, sube. Allá arriba, se transforma en un ¿piquete? y se reúne por millones de gotas. En un momento se deciden caer y es la lluvia que se ve. En algún momento vienen todas juntas y nos re-mojan. Ya “aterrizadas” comienzan a correr hacia su destino, que es el océano. Pero mientras tanto, se encuentran con lugares que van a ¿exceso? de velocidad, por el declive de la tierra. Entonces, lo que se le ponga delante, se “lo llevan puesto”. Buscan demorar la velocidad, depositando lo arrastrado en el fondo del lecho y poder explayarse y retozar, gozando del solcito que queda, luego de la lluvia. Eso beneficia a ciertas áreas que son regadas, pero cuando hay agua, por demás, trae problemas. Es que ella busca reducir la velocidad y por eso, ha subido el fondo del cauce. El ser humano, es tan ciego, que eso no lo ve y en ciertos lugares, dice que “el río esta pandito”. Traducido es que el río está plano, bajo y lento. Cuando se desplaza sobre el cauce de fondo rocoso, se va rápido, pero cuando puede ir dejando lo arrastrado, el fondo sube. ¿Y si se dragasen los cursos de agua?
Tatiana M. Flores
DNI 10.944.232