La minería a cielo abierto instalada en varias provincias andinas está considerada por la RENACE (Red Nacional de Acción Ecologista) y Greenpeace (entre otras ONGs ambientalistas de enorme prestigio internacional), nociva para la salud y la vida y con grandes riesgos para la calidad ambiental en la región cordillerana, dado que el cianuro, usado para extraer oro, plata, cobre y titanio, llega al río envenenando el agua de sembradíos, ganado y hasta el consumo humano.
Por otra parte, el pobre colla que vive en la montaña ve en la mina una forma de adquirir bienestar, desafiando el peligro del cianuro y la dinamita traicionera. Así reclutan estas multinacionales a los trabajadores locales. Además, los gobiernos provinciales no se atreven a prohibir el cianuro ni a exigir métodos más sanos y sustentables y así se pierde una fuente de regalías miserables, como los jornales que se pagan a los sacrificados obreros.
Asimismo,ni el gobierno ni el Congreso Nacional escuchan el clamor de los pobladores. No cumplen con su obligación constitucional de proteger los recursos naturales, los glaciares, el hábitat y la maravillosa biodiversidad de una región ambientalmente tan valiosa y privilegiada por la naturaleza.
Héctor Bottini
Ambientalista - Avellaneda