Señor director: Por medio de la presente quiero poner en conocimiento público otro hecho de inseguridad, que no es sensación, como dice el gobierno de turno, sino una realidad que nos toca muy de cerca.
Hace días mi hijo, en horas de la tarde, llegaba del supermercado y, al abrir la puerta de su casa, entraron con él dos delincuentes, que además de robarle todo lo que pudieron, lo patearon, lo lastimaron con un cuchillo, pidiendo más cosas de las que él tenía, y se llevaron también el celular.
Esto ocurrió en Martínez, provincia de Buenos Aires, en la calle Aramburu, con casillas de vigiladores en las esquinas, aunque a pesar de los gritos de auxilio de mi hijo nadie apareció.
Desde ese momento, mi vida ya no es la misma, por el miedo de que lo maten en esta Argentina que no queremos ni merecemos; y que nos obliga a vivir armados para defendernos de la mafia que nos rodea.
A la presidenta y el gobernador Scioli les pido que hagan algo bueno por nosotros si quieren, saben o pueden, porque por y para ustedes ya hicieron demasiado; y si no saben hacer las cosas bien o no quieren, dejen el lugar a quienes nos van a permitir vivir con la paz que merecemos.