Es realmente extraordinario el poder del dinero. No podemos razonar claramente hasta qué punto es la panacea y el curalotodo. Es como los productos que vendían los mercachifles en sus carretones que tanto servían para un dolor de muela como para la caída del cabello. Es que bien dirigidos, los billetes hacen milagros. Ante un hecho usualmente trágico en la era moderna, se fija el precio de “carne en gancho”. Eso calma los sufrimientos, las penas y hace que los deudos se sientan mejor. Cuanto más alto es el monto, mejor están. Es algo que los alquimistas del pasado, las videntes con sus bolas de cristal, las brujas con sus pócimas no pudieron obtener. Ante un accidente con víctimas fatales los familiares, liderados por un abogado, se presentan ante la Justicia y reclaman por “daños morales”. Sigue siendo una ciencia ignota para los neófitos, de la forma en que se valúa ese sufrimiento. ¿Cuánto valemos en vida? Eso es algo que nos gustaría saber. Se cree que la inmoralidad está a la orden del día. Se han perdido los valores de todo tipo. ¡Qué pena!
Nelson R. Freyre
DNI 12.767.422