¿No estamos errando el camino? Desde que allá en el Siglo XIX, triunfó la democracia, se ha ido imponiendo, como la panacea. A los pueblos que no les gusta y/o están acostumbrados a otro tipo, se les impone por la fuerza, ¿por qué? Habría que hacerle algunos retoques y cambios a fin de que se mejore, lo que está vigente desde hace mucho tiempo. Pensemos y razonemos. La Revolución Francesa fue un hartazgo del pueblo oprimido por formas de gobierno unipersonales. Había abusos, sobre todo en contra de los bolsillos y eso es sagrado, antes después y ahora. Entonces el pueblo cansado de ser estrujado, se reveló y dijo: “Esto es mío y se lo quedó”. Hubo excesos y muchos inocentes fueron decapitados, por las dudas. Pero los tiempos cambiaron y se fue modificando esa forma brutal de imponerse. Se usó el voto y secreto. Pero ¿quiénes votan? Todos y todas. Pero, ¿están capacitados para discernir entre una persona capaz y otra capaz, pero de llevarse todo para sí? Según sea la necesidad, se compran en el mercado de la labia. Quien más mienta, más votos tendrá. ¿Eso es democracia? Sí. El pueblo ignorante y necesitado, también vota.
Fanina Mía Ferrero
DNI 24.877.440