Bueno y ¿ahora qué decimos? Hace ya un tiempo mencionaba que según una universidad estadounidense informaba sobre el peligro que significaba recargar las botellas plásticas con agua y ponerlas en la heladera. Según este informe, el desprendimiento de dioxina era mayor al de lo que despedían las plantas de fabricación de papel, que en su momento se habían establecido sobre ríos fronterizos. Con el tiempo, ese informe se “perdió” entre las noticias y nada pasó. Mi inquietud era que si el casi 95% de las bebidas refrescantes, eran agua, ¿no era lo mismo que recargar con agua de canilla las botellas y eran tóxicas? Pero hay poderes e intereses muy enormes que sólo piensan y responden cuando sus intereses no son afectados. Necesitan y buscan las fortunas sin importar si venden venenos o no. Con asombro leo un informe de la Universidad de Nueva York en Fredonia, que el 90% de las botellas plásticas contenía en suspensión, micropartículas de plástico. Según el informe, dice que la Organización Mundial de la Salud anunció una exhaustiva investigación al respecto. ¿Y en qué quedará?
Juan R. Bell
DNI 92.061.605