En el correr de nuestras vidas, hemos oído y analizado, cientos y miles de teorías, que desarrollaron los políticos. ¿Habremos elegido la mejor o la menos mala? Luego de llegar al momento de relax, nos ponemos a meditar si lo hemos hecho por algo real y sólido. Es que muchas de las teorías, fueron solamente venta de ilusiones, a fin de obtener, para pocos, el poder. Hemos visto el ocaso del nazismo y el surgimiento de los populismos en Latinoamérica. Previamente, se pasó por los regímenes dictatoriales y Dioses que solamente robaron a sus conciudadanos. Muchos, llevaron adelante la fobia contra las instituciones bancarias, personificándolo como “El Diablo” de las debacles económicas. Pero analicemos, qué es una institución bancaria. Un día, varias personas se juntan y ponen unos dineros y salen a prestarlo. Buscan tener un rédito. Nadie les fuerza a otras personas a tomar un crédito, lo hacen por necesidad y/o adquirir algo. Se compromete a pagar lo pedido, en cierto plazo. Si perdió el ingreso, entra en problemas. Pero ¿quién fue que pidió? Ese es el que rompió el equilibrio. No busquemos culpables, otros que nosotros mismos, ya que no los hay.
Susana F. de Fernández
DNI 10.936.523