A 26 años de la "Masacre de Flores", en la cual murieron cinco personas tras el incendio intencional de una vivienda, Matías Bagnato, el único sobreviviente, asegura que vive con "miedo" de que el único condenado salga de la cárcel bajo libertad condicional y cree que su "calvario" recién va terminar "cuando él no esté".
"No sé cómo serán los próximos meses para mí. Cuando (el asesino) salga ya no voy a vivir en paz, porque vuelvo a vivir con custodia y paso a estar preso en mi casa. Este calvario va a terminar el día que él no esté", manifestó Bagnato a Télam.
El autor de la masacre de la que el lunes se cumplirán 26 años es Fructuoso Álvarez González, quien cumple una pena de prisión perpetua y aguarda que se le otorgue el beneficio de la libertad condicional, que solicitó porque ya lleva cumplidos más de 20 años de la pena.
Actualmente, hay un pedido en ese sentido formulado por su defensa oficial, que fue rechazado por un dictamen fiscal, aunque aún no fue resuelto por la Justicia de Ejecución que interviene en la causa.
Fuentes judiciales informaron que la fiscal de Ejecución, Guillermina García Gadín consideró que Álvarez González no está en condiciones de recibir ese beneficio debido a los resultados negativos de los informes psiquiátricos y psicológicos.
"Todos los informes fueron muy determinantes: tiene rasgos psicopáticos, no tiene arrepentimiento por lo que hizo y demuestra un odio manifiesto sobre mí y por mi abuela", aseguró Bagnato, al referirse a su abuela materna, Norma Calzaretta (91), quien se encargó de cuidarlo.
Desde hace seis años, el hombre que durante la adolescencia logró huir del incendio en el que murieron sus padres, para evitar que el asesino de su familia salga en libertad y cumpla con la amenaza de matarlo a él y a su abuela que le hizo telefónicamente a las 3.30 del 12 de agosto de 2010.
Bagnato dijo que Álvarez González es una persona "morbosa y cínica" y recordó que al ser interrogado lo culpó a él y a su abuela por estar preso, porque su mujer lo dejó y formó otra familia y porque sus hijos no quieren volver a verlo.
La "Masacre de Flores" fue cometida el 17 de febrero de 1994 en la casa de la familia Bagnato, ubicada en Baldomero Fernández Moreno 1906, que fue rociada con combustible y prendida fuego de manera intencional. Los investigadores determinaron que el autor de la masacre fue Álvarez González, un comerciante y ex socio de José Bagnato que le reclamaba una deuda y que amenazaba a toda la familia.
El asesino fue condenado a prisión perpetua en 1995 por el incendio en el que murieron José (42); su esposa Alicia Plaza (40); sus hijos Fernando (14) y Alejandro (9) y Nicolás Borda (11), un amigo del menor de los chicos que esa noche se había quedado a dormir.
En 2004, el condenado, que tenía ciudadanía española, consiguió ser extraditado a ese país para terminar de cumplir allí su condena. En España lo liberaron y fue recapturado en la Argentina en 2011, luego de amenazar de muerte a Bagnato y a su abuela. En 2012 quedó firme la detención, que fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia en 2015. Ese mismo año Álvarez González solicitó a través de su defensor oficial acceder a las salidas transitorias, aunque le fueron rechazadas. Un año después, la Justicia comenzó a evaluar un pedido de extrañamiento -su expulsión de la Argentina por el tiempo de la condena-, que le fue denegado en 2019.
Ahora aguarda a que se resuelva el pedido de libertad condicional que formuló basado en que cumplió ya más de 20 años de condena. Ese requerimiento ya fue elevado por la justicia de Ejecución a la fiscalía, que lo rechazó, y ahora está en poder del abogado oficial Pablo Corbo, quien debe sentar su posición.
Una vez que la defensa responda, el titular del Juzgado de Ejecución Penal N° 1, José Pérez Arias, resolverá si Álvarez González puede salir o no de prisión bajo libertad condicional hasta cumplir la totalidad de la pena, en agosto de 2021.
Mientras aguarda la resolución de esta nueva instancia, Matías Bagnato asegura que gracias a la visibilización de su caso el condenado continúa en prisión. "En el último estudio que le realizaron, cuando le preguntaron sobre el hecho dijo que no hay ninguna duda de que fue intencional, pero agregó que le parecía raro que yo salera ileso y que se murieran cinco personas carbonizadas", contó sobreviviente. Además, según Bagnato, el asesino dijo que "no tenía dudas" de que la propia familia "prendió fuego la casa para cobrar el seguro".
Matías hoy forma parte del Observatorio de Víctimas de Delitos junto a familiares de otras víctimas de casos de violencia, entre ellos de Ángeles Rawson, de la tragedia de Once y de Cromañón.
Gracias al observatorio, se sancionó la Ley 27.372 de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, mediante la cual se creó el Centro Nacional de Asistencia a las Víctimas de Delitos para asistir y asesorar tanto a familiares como a víctimas de hechos de violencia.
sss