Ocurrió en Córdoba. El agresor, que también arrojó a ese lugar a la hija de ambos, que sobrevivió, fue condenado por un jurado popular.

La Cámara 11ma. del Crimen de Córdoba condenó a la pena de prisión perpetua a Gonzalo Lizarralde, el acusado por el crimen de su ex pareja Paola Acosta y la tentativa de femicidio de su propia hija, una niña de un año y nueve meses, a la que abandonó, junto al cuerpo muerto de su madre, en una alcantarilla.

El fallo encontró al imputado como autor del "homicidio calificado por violencia de género y por alevosía" contra Acosta y "homicidio calificado por el vínculo, violencia de género y alevosía, en grado de tentativa", en perjuicio de la pequeña.

'La degolló señores', afirmó el fiscal Diego Albornoz, al formular su alegato, agregando, entre otros detalles, que "la nena tenía cortes en el cuello, estaba con hipotermia y deshidratada en la alcantarilla".

Cabe recordar que Paola Soledad Acosta, de 36 años, salió de su hogar el miércoles 17 de septiembre de 2014, junto a ella estaba su hija Martina, y en la puerta de su domicilio, en la ciudad de Córdoba, las esperaba Gonzalo Lizarralde, su ex pareja y padre biológico de la nena.

El hombre aseguró que se presentaría a darles la primera cuota alimentaria, pero tres días más tarde, fue hallada muerta de cinco puñaladas y a su lado, en una alcantarilla, a la beba en estado de agonía.

La reconstrucción del hecho apuntó a que, el ahora condenado, las obligó a subir a su camioneta Peugeot Expert, con la que hacía repartos de la panadería familiar y allí mató a su ex pareja, lastimó a su hija y las abandonó.

La lectura del fallo encontró la satisfacción de los familiares de Acosta quienes estaban convencidos de que la condena debía ser la prisión perpetua.i

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