La Justicia consideró este lunes que la acusada, identificada como Luciana Teresita Bustos, había matado a Marcelo Amarfil a cuchilladas luego de atarle las manos al volante de un coche y de ponerle un antifaz para que no vea. El crimen ocurrió en enero de 2024, en San Juan.
Luciana Teresita Bustos, científica del Conicet, fue condenada este lunes a prisión perpetua por el asesinato de Marcelo Amarfil, hecho que la Justicia determinó que había ocurrido durante un juego sexual entre ambos en enero del año pasado, en la provincia de San Juan.
En aquella noche, de acuerdo con lo que quedó comprobado en la causa, Bustos le ató las manos al volante, le puso un antifaz, lo degolló y apuñaló seis veces. El juicio había comenzado el 8 de abril, pero el debate tuvo que ser suspendido debido a que el juez Guillermo Adárvez sufrió un ataque cardíaco y debió ser atendido de urgencia.
Una que se reestableció el magistrado, el proceso se reanudó a fines de abril con la presencia tambien de Gerardo Fernández Caussi y Matías Parrón en el tribunal que este lunes anunció que por unanimidad condenaba a la acusada a la pena máxima de prisión por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”.
Los tres jueces explicaron que la mujer recibió dicha condena porque en la investigación se pudo constatar que era amiga de la víctima, lo que encuadraba dentro de la acusación de un "homicidio agravado por el vínculo". “Agradezco a mi familia por el cariño. Siento un profundo dolor por los familiares de Marcelo. Quiero abrazar a Graciela (hermana de la víctima). Sigo sosteniendo mi inocencia”, expresó Bustos antes de la lectura de sentencia.
El crimen de Amarfil sucedió en la noche del 16 de enero de 2024, cuando Bustos pasó a buscar a la víctima por su casa, fueron a un bar y en la madrugada del 17 se estacionaron cerca del aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento, donde habrían mantenido relaciones sexuales.
El expediente describe cómo fueron los minutos antes de que se produjera el deceso: “En estas circunstancias, la pareja se dispuso a mantener un encuentro sexual en el interior del rodado; Marcelo José Amarfil se encontraba en el asiento del conductor, completamente desnudo, con la movilidad de sus manos reducida, debido a que tenía colocadas unas muñequeras de cuero, color marrón oscuro, con un gancho y cadena (esto es un accesorio sexual y/o erótico); además, se encontraba sin poder ver, toda vez que tenía sus ojos cubiertos con un antifaz de tela negra (similar a los que se usan para dormir), mientras que Luciana Bustos se encontraba en el asiento del acompañante”.
Según los detalles revelados por la investigación, Bustos habría aprovechado el momento de vulnerabilidad de Amarfil para tomar un cuchillo, el cual había afilado días antes y aplicarle seis cortes. Una de las heridas fue en el rostro y otra en el cuello, lo que resultó ser fatal debido a que “seccionó completamente la arteria carótida primaria derecha, además de vasos y arterias”.
El hombre logró romper el elemento que lo mantenía atado al volante y, gravemente herido, salió del vehículo e intentó huir a pie, pero finalmente perdió la vida junto a su auto debido a un shock hipovolémico. Un policía que realizaba una recorrida de seguridad de rutina por la zona, se encontró con Bustos, quien estaba sin remera, en ropa interior y con un líquido de color rojo en sus manos. “Mi amigo se mató, se mató con un cuchillo”, le manifestó.
En tanto, el abogado de la acusada, Néstor Olivera, aseguró que el ataque efectuado por la joven fue en legítima defensa ante un intento de abuso sexual de parte de la víctima. “Ella es lesbiana y está en pareja con una mujer desde hace cuatro años”, sostuvo en su alegato.