Un grupo de habitantes del barrio Santa María levantaron una especia de santuario en la vereda de la casa donde la pequeña Yanela de 11 años vivía con sus padres y diez hermanos.
La nena, que había desaparecido el sábado 23 de febrero, fue hallada el domingo en un arroyo de Berazategui, atada de pies y manos con alambre, rapada, sin ropa de la cintura para abajo y con signos de violencia sexual.
El hecho generó tal indignación en el vecindario, que se llevó a cabo una manifestación en Berazategui y, de regreso al barrio, se acercaron a la vivienda de 114 y 16 y comenzaron a dejar cartelitos, oraciones, flores, velas encendidas y hasta muñequitos, con el único fin de pedir justicia por la niña.
La casa de la familia posee una guardia policial con un móvil de la Comisaría Segunda de Ranelagh, ya que ni bien se supo la noticia de la muerte de la pequeña, algunos vecinos intentaron agredir a sus padres acusándolos de maltratarla y hacerla trabajar en la calle.
Los vecinos y amigos de la familia aseguraron que proseguirán con marchas y reclamos hasta tanto estén detenidos los verdaderos autores del asesinato.
TRES DETENIDOS
Un joven de 18 años fue detenido en las últimas horas acusado de haber participado en el crimen de Yanela, por lo que ya son tres los apresados por el caso. Fuentes de la investigación informaron ayer que los tres imputados son Mariano Daniel Pérez, Leandro Grasetti, de 19 años, y Gianfranco Velázquez, de 21.
La fiscal de la causa, María de los Angeles Attarián Mena, redactó el pedido para que el juez de Garantías número 4 de Berazategui, Damián Vendola, convierta sus aprehensiones en detenciones.
Los tres serán imputados por homicidio calificado, que prevé una pena de prisión perpetua.
Los voceros indicaron que en la causa es clave la declaración testimonial de una adolescente que estuvo la noche de la desaparición con Yanela y el grupo que integran los ahora aprehendidos.
Voceros judiciales indicaron que esta testigo contó que vio a Yanela irse con estos jóvenes y que ellos regresaron sin la nena de 11 años.
En base al testimonio de vecinos y testigos, la niña habitualmente permanecía en la calle todo el día mendigando. Según la investigación, Yanela abandonó su casa, en la cual vivía con otros diez hermanos y sus padres, en Berazategui, el sábado 23 de febrero junto a la testigo clave, con quien se dirigió a la Capital Federal y, luego, a un corso en Florencio Varela.
La fiscal Attarián Mena y los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes que trabajan en el caso, tiene en la mira a por lo menos un cuarto sospechoso que creen participó del ataque a Yanela, pero aún no pudo ser localizado.