Alberto Fernández se reunió, por fin, con Joe Biden. El encuentro fue en el Salón Oval de la Casa Blanca donde ambos mandatarios mantuvieron una reunión bilateral que había sido postergada en varias ocasiones. Allí el presidente argentino le pidió a su par estadounidense que su país continúe apoyando a la Argentina en sus gestiones ante el FMI, en especial después de la sequía que tan duramente ha golpeado la economía argentina. Pero mientras Biden escuchaba este pedido de Fernández, en Buenos Aires Cristina Fernández de Kirchner acusaba que “desde el norte” quieren proscribirla.
“Le pedí por favor a Biden que Estados Unidos nos siguiera acompañando ante los organismos internacionales de crédito para poder construir ese puente que nos permita pasar este año con más tranquilidad. Y él me dijo que contara con él y su gobierno”, dijo Alberto Fernández al término de este primer encuentro con su par de Estados Unidos.
Claramente la comitiva argentina encabezada por el presidente Fernández (que integraron también Sergio Massa, Aníbal Fernández y Santiago Cafiero) necesitaba dejar bien claro cuán profunda es la crisis que atraviesa la economía argentina, y cuánta urgencia hay en recibir la mayor cantidad de dólares posibles para atravesar el 2023 después del golpe que representó la sequía.
“Le expliqué que objetivamente la sequía que Argentina vive —la peor en desde 1929— le ha significado a la Argentina restricciones muy fuertes en sus ingresos y por lo tanto teníamos que armar una suerte de puente que nos permita llegar al año entrante, donde las posibilidades de recuperación de la producción agrícola y el mayor desarrollo de Vaca Muerta nos abre una gran oportunidad, además del litio”, dijo Fernández. Y subrayó: “Sería muy injusto y muy ingrato si no dijera que el Gobierno del presidente Biden siempre nos acompañó en las negociaciones con el FMI cuando el país estaba en muy malas condiciones de poder negociar”.
Mientras Alberto Fernández gestionaba en Washington la intervención del gobierno de los Estados Unidos en favor de la Argentina ante los organismos multilaterales (FMI, BM y BID), en Buenos Aires Cristina Kirchner mantenía una dura polémica por las redes sociales con un senador republicano que solicitó que los Estados Unidos la sancionen por corrupción.
“Tal cual lo dije: proscripción! Y para que nadie tenga dudas, desde el norte le llegan refuerzos al Partido Judicial y a Comodoro Py”, publicó la vicepresidenta en sus cuentas de Twitter, Facebook e Instagram.
Sus dichos fueron en respuesta a un pedido que hizo Ted Cruz, un polémico senador republicano que solicitó que Estados Unidos sancione a la Cristina Kirchner por corrupción. “Cristina Fernández de Kirchner es una política profundamente corrupta que ha socavado el estado de derecho de Argentina y sus instituciones políticas”, dijo Cruz en un comunicado de prensa, y aseguró que “la evidencia en su contra es pública, creíble y respaldada por los tribunales argentinos”.
Ante esta situación, Alberto Fernández fue consultado por la prensa —luego de su reunión con Biden— y tuvo que salir a aclarar que ni él ni su par estadounidense habían hablado de este tema en el encuentro que mantuvieron. “El presidente Biden obviamente no tocó para nada ese tema. Un tema que solamente provoca un delirante político de los Estados Unidos. Marginales políticos hay en todos lados, también en los Estados Unidos”, dijo Alberto Fernández. Y dio vuelta la página en la conversación con los periodistas que participaban de la conferencia de prensa.
Fue allí donde, ante una consulta de una periodista española, el presidente se refirió su candidatura. “No estoy pensando en mi reelección, si estoy pensando en la victoria de nuestro espacio y para eso estoy trabajando”, respondió Alberto Fernández cuando le preguntaron si será candidato.
Pero enseguida se apresuró a decir: “Estoy satisfecho con la reunión. Estoy contento porque estoy convencido que se han abierto las puertas para un trabajo estratégico y en conjunto con los Estados Unidos”. Y esbozó una sonrisa, como tratando de evitar que las noticias que llegaban desde Buenos Aires opacaran aquella foto con Biden que el presidente tanto buscó.
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