El humorista Dady Brieva ha resuelto el final del trío Midachi encarando una gira nacional de presentaciones del espectáculo de monólogos y canciones Dadyman, un personaje al que definió como “un superhéroe que trata de ser un relator de todos los momentos de la vida de mi generación de los cuales no hay registro”.
En una entrevista, el artista y animador contó que la intención del espectáculo “es contar las relaciones humanas en los ‘70, el primer televisor, juguetes que ya no están en los negocios, la relación de los hijos con los padres en las que no había debate como hay ahora. Son tiempos que viví muy felizmente y que a la gente le hacen gracia”.
El actor arriesgó que la propuesta de Dadyman “es casi como el relato de los abuelos a los nietos de una época donde no había Movicom, pendrive, Twitter, Facebook ni Google”.
“Ahora el mundo explotó y hay una mediatización y un protagonismo que permite que alguien se meta en el Twitter de Madonna a criticarle el peinado o la ropa”, ejemplificó antes de confesar que la idea de Dadyman surgió de atender el deseo del público, que generó más de un millón de visitas en YouTube.
Las presentaciones solistas de Brieva comenzaron a mediados de setiembre en Tandil y no se detuvieron desde entonces en un tránsito que el próximo sábado 22 a las 21.30 llegará al teatro de la Sociedad Italiana de la localidad bonaerense de San Fernando.
A distancia de la televisión y también de otras posibilidades laborales, Dady señaló que “la respuesta a esta propuesta artística la vivo con mucha expectativa porque se trata de una decisión personal por la que no quise hacer ninguna otra cosa”.
-¿Cuál es el mayor mérito de este show unipersonal?
-El mérito es ser un cronista de los relatos de los cuales hoy no hay registro. Hoy tenés una ecografía 3-D de tu hijo, pero seguramente que no tenés más de diez fotos con tu viejo de vacaciones, o una grabación con la voz de él. Cacho Buenaventura, Luis Landriscina y yo nos convertimos en tipos que reflejan todos estos momentos y recuerdos, ejercicios de memoria que a la gente le hace bien.
-¿Este paso implica un nuevo desafío?
-Vivo esto como el mismo desafío que viví toda mi carrera. Me divorcié a los 50, tuve un hijo a los 54. A mí los desafíos me excitan, me gustan, me rejuvenecen, me ponen con ganas, me incentivan, son como una droga.
-¿Estás probando este formato por si Midachi no vuelve nunca más?
-Si Midachi algún día llega a volver, volveremos y no habrá ningún problema, no tengo pruritos con eso. Pero hoy hago cosas solo y si mañana nos reunimos lo haremos felices de nuevo.