Caprichosas y muy peleadoras, pican sólo cuando quieren. Claves para pescarlas
“Primero hay que saber sufrir”, dice el tango Naranjo en Flor. Y el verso se nos viene a la mente en más de una ocasión cuando pescamos lisas. Y más en principios de temporada, donde esta especie caprichosa de por sí, acentúa sus antojadizos comportamientos comiendo cuando y donde quiere. Pero Viva la Pesca se esfuerza por llevar a sus lectores la primicia y entonces visitamos en reiteradas ocasiones el Canal 15, para dar novedades de las lisas que allí están concentradas por miles, aunque no siempre salen.
Cada machaza insolación, cada picadura de mosquito, cada incordio y cada minuto invertido en los preparativos vale la pena cuando tras el tradicional “martillito” en la boya, el pescador clava y desata una batalla sin igual del otro lado de la línea. Porque así como esta especie tarda en decidirse a picar, una vez clavada vende cara su derrota regalándonos una brava lucha. Y es esa mezcla particular entre sutileza en el pique y rudeza en la pelea, lo que hace que el seguidor de esta especie espere todo el día apenas un par de oportunidades de lograr un ejemplar.
Baste como ejemplo contar que el pasado viernes, entre cuatro pescadores tirando entre cientos de ejemplares que se veían activos en el centro del canal, tuvimos el primer pique recién a las 5 de la tarde. Y sólo cobramos tres ejemplares, de entre 1 y 2 kilos, hasta la puesta de sol. Por suerte los lentes polarizados Nitro, la lente del pescador deportivo, nos facilitaron la tarea de cortar el brillo y ver pequeñas boyas a 40 metros de distancia. Así de difícil es esta pesca. Y mucho más cuando el viento -principal enemigo de esta pesca- no juega a nuestro favor.
Vayamos por partes. Fuimos alertados del pique de las primeras lisas por el guía Juan Bravi, nuestro referente en Ruta 2, quien cobró las primeras de la temporada el 27 de agosto y volvió a repetir el éxito en cuatro visitas posteriores. Así, junto a Hernán Fernández (tremendo pescador de lisas), Roberto Gil y Gustavo Miranda, visitamos al guía en su puesto del Km. 92, cargamos corazón coloreado con purpurina y cortado en finas tiras y medio balde de lombrices, y partimos hacia Canal 15. Por Ruta 2, ni bien pasamos el Salado, doblamos en el segundo retome hacia Capital y tomamos el camino de la escuelita de Guerrero, señalizado por carteles que indican la entrada al pesquero. El mapa que adjuntamos en la presente guiará al pescador a destino, tras sortear 12 Km. que se ponen bravos en caso de lluvia (consultar al encargado del pesquero).
Una vez arribado al pesquero La Cascada, el guía comenzó su tarea de búsqueda en dirección opuesta al Puente de Pascuas y finalmente divisó actividad de lisas en el centro del canal. Armamos líneas de tres boyas, ancladas con boya volcadora a la que le cargamos 4 metros de nylon y un plomo de 90 gramos para evitar el arrastre de la correntada (tener esto en cuenta para usar cañas que permitan lanzar ese peso, como la Spectrum de Spinit) y estiramos brazoladas a 30 cm para que la acción del agua al levantarlas levemente las hagan trabajar a 10 cm, profundidad ideal de pique. También armamos líneas aéreas, cubriendo todas las profundidades. Y alternamos la carnada de corazón coloreado con lombrices de tierra bien gordas a las que encarnamos haciendo “pulpito”.
Tras mucha espera tanto en nuestro grupo como en el de amigos lectores que estaban a 50 metros, a las 17, pese al viento reinante, las lisas se decidieron: primero fueron nuestros amigos con una lisa pequeña, luego Hernán Fernández cobró una lisa de 1 kilo y monedas con línea aérea y finalmente salió el trofeo del día, una hermosa lisa de unos dos kilos. Mientras hacía esas fotos, otra lisa se prendió de mi caña y casi me la lleva, pero por suerte se desprendió a tiempo, o me quedaba sin caña. Nos quedó la alegría de haber dado con los primeros ejemplares, el rico asado a la vera del canal compartido entre amigos, y la promesa de volver a intentarlo en pocas semanas, cuando el calorcito apriete y las lisas estén comiendo firme. El sábado el viento hizo imposible la pesca, y lo mismo ocurrió el domingo y el lunes, donde nuestro guía volvió a intentarlo. Las lisas están, sólo hay que esperar las condiciones adecuadas (calor y poco viento) para que las “nenas” se decidan a comer.
SERVICIOS: Pesquero La Cascada, 02241-15507020, Sr. Mario.
Guía de Pesca Juan Bravi: salidas guiadas, carnadas especiales, lombrices, Tel. 02241-15445639 y 02241-490514.