Está acusado de asaltar a un camión que transportaba materiales de corralón en San Francisco Solano. Previamente capturaron a un chofer que actuó como entregador y a partir del peritaje de su celular, identificaron a otros integrantes
En medio de una investigación para desbaratar una banda de piratas del asfalto, agentes policiales allanaron un domicilio y detuvieron a un hombre implicado en el asalto a un camión que transportaba materiales de corralón en San Francisco Solano en agosto del 2024, en tanto que ya habían logrado capturar a uno de los choferes, quien actuó como entregador y, a raíz del peritaje de su celular y a escuchas telefónicas, pudieron identificar a otros integrantes.
El hecho tuvo repercusión debido a que no solo se trató de un asalto, sino que tuvieron de rehenes a los empleados transportistas. Si bien no sufrieron heridas, estuvieron bajo amenaza y los terminaron liberando en otro distrito a las pocas horas. Así las cosas, los investigadores no dejaron de trabajar al respecto y en conjunto con la fiscal Ximena Santoro pudieron localizar a uno de los peligrosos malvivientes.
El procedimiento lo llevaron a cabo agentes de la Comisaría Tercera de Quilmes, con el aval de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 7 y del Juzgado de Garantías número 3 del mismo departamento judicial. El asaltante residía en Rafael Calzada, en una vivienda situada en Sarmiento y Centenario de Mayo. Está acusado de “robo calificado por tratarse de mercadería en tránsito, con privación ilegítima de la libertad”.
Todo ocurrió el pasado 7 de agosto de 2024, cuando un camión conducido por dos trabajadores que llevaba materiales de un corralón fue interceptado en la intersección de las calles 871 y 854 por un sujeto armado. Este los obligó a dirigirse hasta llegar al cruce con la avenida Donato Alvarez. Allí, un Ford Fiesta color azul que funcionaba de apoyo subió a los damnificados y los soltó en el partido de Almirante Brown, en el barrio Don Orione.
En medio de la investigación y a raíz de la denuncia, las autoridades policiales detuvieron a uno de los empleados debido a que su relato tenía inconsistencias. Al peritar su teléfono celular, se dieron cuenta que este fue el entregador y tenía conexiones con la banda criminal que llevó adelante el ataque.
Lo cierto es que la fiscal del caso pidió el informe de las antenas telefónicas y pidió la autorización para realizar escuchas, hasta que dieron con el paradero de uno de los cabecillas de la organización.
El sujeto fue detenido en la jornada del martes y ahora enfrenta un duro procedimiento, en el cual deberá responder ante todas las acusaciones con pruebas contundentes, sumado al secuestro de varios celulares que tenía a disposición.
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