
Quedan 60 grandes felinos en el predio cerrado al público en 2020 y realizaron una evaluación física de todos los ejemplares. El lugar subsiste con donaciones.
Un operativo conjunto entre la Brigada de Control Ambiental de la Nación y la Fundación Paus se está desarrollando en el predio donde funcionaba ex Zoológico de Luján, que fue cerrado al público desde septiembre de 2020.
El objetivo principal de esta acción es realizar una evaluación física y sanitaria de los 60 grandes felinos, entre leones y tigres, que aún permanecen en las instalaciones.
En medio de la intervención, el dueño y fundador del zoológico, Jorge Semino, rompió el silencio y explicó la dramática situación que viven para mantener a los animales.
"Actualmente trabajan unas 20 personas directamente en el lugar", detalló Semino, y confirmó que subsisten gracias a donaciones y colaboraciones externas.
"Hay empresas que donan medicamentos para los animales, profesionales veterinarios que vienen a atenderlos", explicó. La logística para alimentar a los 60 felinos incluye traer ganado fallecido del campo para faenar y usarlo como comida.
Semino también se refirió al prolongado cierre del establecimiento y atribuyó gran parte de las dificultades a "cuestiones políticas" con gestiones anteriores.
De todos modos, destacó que ahora existe una mayor colaboración por parte de los funcionarios actuales, quienes "permiten que se hagan cosas sin pedir nada a cambio".
Luego de varios intentos fallidos de trasladar animales a santuarios en México, Estados Unidos e India, el dueño mencionó que ha surgido una nueva oportunidad gracias a una ONG con sede en Austria, que podría reubicar a parte de los felinos en reservas internacionales, aliviando la crítica situación del predio.
Con información de NA