La justicia quilmeña aseguró que "las víctimas han negado haber atravesado situaciones desagradables", lo que generó el malestar de familiares y allegados.
La Justicia sobreseyó a un profesor de educación física de un jardín de infantes que había sido acusado de abuso sexual contra varios niños de la institución, motivo por el cual padres y allegados se habían reunido en aquel momento y cometieron destrozos contra el edificio y en la vivienda del sujeto, en tanto que hay malestar por la decisión del juez, que sostuvo que “las víctimas han negado haber atravesado situaciones desagradables”.
Se trata de un caso que inició en noviembre de 2021 y que de inmediato se hizo mediático, por la represalia que hubo y por el relato de los alumnos de Carlos Patricio Oberst, de 64 años, el docente apuntado como presunto abusador. Tras un largo tiempo de investigación y recopilación de pruebas, las autoridades llegaron a la conclusión de que no había sustento para condenarlo y dieron su veredicto.
“Dichas conclusiones no hacen más que corroborar que ninguna de las víctimas mostraron signos de haber padecido hechos compatibles con abusos sexuales”, explicó el Juez Juan José Anglese al respecto.
“No puedo perder de vista que luego de haber resuelto el suscripto no hacer lugar a la detención peticionada respecto de Carlos Patricio Oberst, lucen adunadas (agrupadas) en autos nuevas pericias practicadas por personal del Gabinete Pericial Especializado en Psicología Forense dependiente de la Fiscalía General de Quilmes, quienes al momento de elaborar los informes fueron contestes en señalar que las víctimas han negado haber atravesado situaciones desagradables y/o compatibles con abusos sexuales”, agregó el magistrado.
La denuncia se inició cuando familiares de los niños aseguraron que el docente del Jardín Luz y Fuerza, ubicado en Avenida Mitre entre 25 de Mayo y Brandsen, en pleno centro de Quilmes, los besaba y tocaba sin su consentimiento. De hecho, la tía del pequeño que fue el primero en hablar, realizó un posteo contando cómo se habían enterado los padres de que estaban sucediendo cosas extrañas dentro de la institución.
"Soñaba y hablaba dormido diciendo que ya no le tapen más la boca", expresó la mujer. En consecuencia, la madre del chico "le empezó a preguntar si Carlos 'era bueno o malo' con él, a lo que mi sobrino le responde que 'no', que le tapaba la boca y lo llevaba a otra sala porque le decía que se portaba mal".
Esa afirmación estuvo acompañada de otros relatos y los allegados al jardín temían que en su trayectoria como docente, que ya contaba con más de 30 años de experiencia, haya hecho sufrir a otros alumnitos. Primero pidieron una reunión con la directora y luego se manifestaron en la puerta del edificio, donde rompieron puertas y ventanas.
Es importante resaltar que el fiscal Alejandro Ruggeri adhirió al pedido de la defensora particular, Silvia González, del requerimiento del sobreseimiento.
Hoy, más de dos años después, la Justicia decidió lo mencionado y quedó exculpado del cargo de “abuso sexual sin acceso carnal”.