Creado a fines del siglo XVIII, cuenta la historia que el pueblo francés lo eligió como juego alternativo del brelán, entonces prohibido por el gobierno revolucionario. Al final, el Palacio de Luxemburgo le dio cabida legal para extenderse por todo el planeta y conquistar el Oeste.

El objetivo de este juego consiste en conseguir un trío de cartas del mismo valor, la carta de más valor del palo de favor o la mano con más puntos, para ganar las puestas de la mano. En las partidas de bouillotte se desarrollan entre cuatro jugadores que juegan individualmente, es decir, cada uno para sí mismo.

Se juega con una baraja francesa reducida a sólo 20 cartas, ya que en el juego únicamente se emplean cinco cartas de cada palo: as, rey, dama, nueve y ocho.

El valor de las cartas sólo se toma en consideración si no hay una berlanga (trío) ganadora. En dicho caso, para poder determinar el palo de favor de la mano, se da a los ases un valor de 11 puntos, de 10 puntos a los reyes y damas, y el valor de sus índices en puntos a los ocho y nueves. El orden y valor de las cartas es, de mayor a menor y en cada palo, el siguiente: as, 11 puntos,, rey,10 puntos; dama, 10 puntos; nueve, 9 puntos y ocho, 8 puntos.

Cada jugador recibe tres cartas en el reparto de la bouillotte. Con estas tres cartas el jugador debe disputar la mano, ya que no hay descartes para mejorarla o variarla. Sólo puede hacerse una jugada con ellas, la berlanga, brelan o trío.

Después del reparto inicial de tres cartas a cada jugador, se descubre la siguiente del mazo. La berlanga de más valor es la formada por las tres cartas del mismo índice que la carta que se ha descubierto después del reparto, que se llama berlanga cuadrada.

La carta más alta del palo de favor es el mejor punto y su poseedor ganará las puestas de la mano, a menos que haya pasado en algún momento de la mano. Cada jugador suele iniciar la partida con un depósito o pozo de 30 tantos,cinco fichas de 5 tantos y cinco fichas de 1 tanto cada una. Suele convenirse que la puesta inicial sea de 1 tanto.

Después de estudiar sus cartas, el dador tiene tres opciones: pasar, es decir abandonar la mano sin disputarla, quedarse lo que significa no abandonar la mano, pero esperar a que otro jugador abra los envites, o envidar es decir hacer una puesta. Si los cuatro jugadores pasan, la mano se anula y corre el turno de dar. El dador abre los envites apostando cualquier cantidad que desee hasta la totalidad de su depósito o pozo. Los siguientes jugadores pueden abandonar la mano (pasar) o igualar la puesta del dador. Un jugador, después de igualar una puesta anterior, puede hacer una puesta superior.

Los envites siguen hasta que sólo queda un jugador que gana la mano o hasta que quedan igualados sin que ningún jugador quiera aumentarlos. Cuando sólo quedan dos jugadores, cualquiera de ellos puede pedir que se enseñen las cartas. Esto obliga al otro jugador a igualar los envites si quiere jugar la mano, pero no puede aumentarlos. Cuando permanecen en el juego dos o más jugadores ,si sólo hay uno, éste es el ganador sin necesidad de disputar la mano, el jugador que tiene la berlanga de más valor gana la mano.

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