Narancho, este duende de la suerte, dice que el número preferido de esta semana es el 87 y los simpáticos son el 45, el 76, el 92, y de yapa el 101.
Este maravilloso ser es muy antiguo y siempre se lo asoció al caldero proveedor, que es una especie de olla que puede ser de distintos tamaños y materiales, que siempre lleva consigo.
Este elemento se utiliza para preparar distintos brebajes y pociones, para quemar incienso, para preparar alquimias y cosas muy sagradas o simplemente como poseedor de elementos mágicos.
Esta herramienta es utilizada por este ser como un atributo femenino y representa el vientre materno, la matriz de la diosa, por eso, se lo asocia con el elemento tierra, y es perteneciente a este gnomo Narancho, ya que en él se vierten materias sencillas y los elementos que entran en el caldero en un estado salen en otro, lo que se reluce a su poder de cambio, de alquimia y renovación, o sea, se convierte el polvo en oro.
En este proceso, todas las veces interviene el elemento fuego que, con su calor, fusiona y hace evaporar los líquidos contenidos, o quema los sólidos, y los vapores y el humo se van al aire. Es decir, el caldero reúne a los cuatros elementos de la Naturaleza y por ende el elemento Tierra llevado por el gnomo Narancho es el que consolida los tres elementos restantes.
Innumerables pinturas antiguas hacen referencia a la típica imagen de las brujas revolviendo afanosamente el caldero sobre una pequeña fogata para cumplir sus deseos, pero en realidad se los cumplía Narancho.
Existen numerosas menciones al caldero, y entre las más famosas, podemos recordar la escena de Macbeth de Shakespeare, en la que preparan una poción, en otra el Mabinogion nos habla de un caldero que tenía la virtud de volver a la vida a sus guerreros muertos en batallas.
El dios celta Dagda era conocido por el atributo de la abundancia y entre los celtas el caldero era uno de los objetos cargados de simbolismos mágicos y míticos, pues en su base se guardan las esencias del saber.
Quienes acudían al Narancho y al caldero de la abundancia o de Dagda , no sólo quedaban satisfechos de forma material sino que sentían saciada su sed de conocimiento y sabiduría.
La mitología celta también nos habla de la diosa Cerridwen, quien coció en su caldero la pócima de la sabiduría durante un año y un día, curiosamente el tiempo que ponían los gnomos en sus pociones mágicas.
Algunos videntes acompañados por gnomos suelen llenar sus ollas con agua de lluvia durante Samhain y utilizarla para mirar en el pasado y en el futuro.
El caldero es un punto focal en los rituales: por ejemplo, en primavera se llena de agua fresca y flores, y en invierno los Elementales suelen prender fuego en su interior para simbolizar el regreso del Dios al vientre de la diosa.
Otra de sus funciones es usarlo como lugar para destacar todo el material empleado a lo largo del ritual, por ejemplo fósforos o cenizas y para no dejarlos sobre el altar, otros magos guardan allí ciertos elementos valiosos para cargarlos de buenas energías, como monedas. Ritual de suerte Cuando usted pueda tener a su gnomo Narancho verdadero y su caldero, deberá enjuagarlo con agua de lluvia o destilada. Luego de secar con un trapo suave, unte las paredes internas con grasa o manteca. Ponga a fuego muy suave un par de minutos hasta que la manteca comience a derretirse y luego apague el fuego.
Retire el caldero y llévelo cerca de su gnomo Narancho, tras lo cual, rocíe el interior con un poco de agua bendita y seguidamente, arroje un puñado de sal gruesa y a medida que vaya realizando estos pasos recite en voz alta: "... que el dinero entre en mi hogar y posea la abundancia deseada... Así sea".
Coloque adentro monedas y los pedidos deseados escritos, pero nunca debe revolver dentro del caldero con elementos de metal, sino usar cucharas de madera, para darle más poder.
De a poco la suerte llegará a su hogar y será mágica la manera en que el dinero comenzará a entrar. Narancho es uno de los gnomos más eficaces en el tema material, los juicios y las firmas.