El apretón de manos era la forma mediante la cual los dioses de la antigüedad concedían su poder a un elegido.
Esto está grabado en varios jeroglíficos egipcios en los que la acción de dar está representada por una única mano extendida. Los historiadores creen también que el hombre primitivo -que siempre andaba armado- extendía su mano para mostrarle a otra persona que no portaba armas y que quería la paz.
Pero el apretón propiamente dicho es una costumbre que nació en los duelos con espada de la Edad Media. Por reglamento, los adversarios eran obligados a darse un abrazo antes de iniciar la contienda, pero por miedo a un golpe traicionero, los rivales sustituyeron el abrazo por un fuerte apretón de manos.