La licitación para construir un crematorio en el cementerio de Avellaneda tuvo repercusiones con incógnitas y negativas entre vecinos de las zonas de Sarandí y Villa Dominico más cercanas a la necrópolis, y crece el temor de las consecuencias en salud que podría ocasionar la obra. Ahora, el pedido de Informe fue por una Resolución elevada al Concejo Deliberante a cargo del bloque Cambiemos.
La compulsa de precios, tuvo una base de 7.192.740 de pesos, cuando meses atrás en Avellaneda, pero de Santa Fe, la construcción demandaría uno 4,5 millones.
Cabe recordar, que en el Plan Avellaneda 2020, de junio de 2005, levado a nivel provincial y nacional un año después, mencionaba -inciso G- la factibilidad de instalación y usufructo de un crematorio, sin más ampliaciones. Pasaron 13 años.
Los ediles de Cambiemos, fundamentaron, puntualmente, que “la cremación de cadáveres, restos humanos, ataúdes y urnas funerarias, tienen consecuencias ambientales directas, tanto los cadáveres, como la superficie donde se los coloca, emiten una cantidad considerable de compuestos químicos al aire una vez cremados. Sus insumos son variables y su funcionamiento necesita de regulación y controles permanentes”.
No a la contaminación
Como ninguna de esas especificaciones salieron a la luz de parte del Ejecutivo local, no pocos vecinos se sumaron al temor de que el crematorio sea otro foco contaminante, más en el caso de embarazadas, como reza un informe internacional que adjuntaron.
Nadie fue notificado del sector donde se construirá el crematorio en el cementerio -ya de por sin mantenimiento debido y con fuerte olores- y si la administración será de la comuna o será tercerizadaEn tanto, vecinos de la zona en redes sociales se ya pronunciaron: “no al crematorio, si queremos aire puro y sanear el ambiente, no sólo se puede con árboles. No a la contaminación, ni a los problemas en la salud que produce un crematorio”.