Sólo los ediles de los bloques alineados a Cambiemos se opusieron a la ordenanza, dentro de una metodología que se vino aplicando desde hace más de una década y trajo aparejados numerosos problemas a vecinos de Avellaneda, de distritos vecinos y hasta para dueños de vehículos de ciudades lejanas, que, más de una vez recibieron una fotomulta sin conocer Avellaneda y con unidades que sacaron de agencias pocos días antes.
Para el radical Rodrigo Galetovich, “tranquilamente lo podría realizar el municipio con sus empleados municipales y ni hablar de las multas fotográficas que no están señalizadas ni homologadas”.
“Venimos reiterando las quejas de vecinos por la gran cantidad de infracciones y por el exceso del valor. Estamos a favor de una política vial de prevención, pero no de recaudar a través de las fotomultas”, cuestionó Galetovich. Y recordó que “la empresa está desde el 2004 y se renueva el convenio cada año”.
Por el lado del oficialismo, la voz cantante fue la del decano de los ediles y jefe de bloque, Jorge Degli Innocenti: “Aunque sea a través de una empresa, la municipalidad es la que se hace cargo”, dijo.
De esta manera, Fiscalgis SAPEM continuará encargándose de la emisión de multas a infractores, gestión de cobranzas, emisión de licencias y manejo de bases de datos en general.