El acampe por reclamo de viviendas continua frente a la municipalidad. Concejales reclaman soluciones y en un caso pidieron informes sobre las diferencias de costos de unidades.
Los vecinos de Avellaneda ya parecen acostumbrados al acampe de unas 25 familias en la puerta del edificio de Güemes 835, para los visitantes todavía es una novedad pero pasó más de un mes del conflicto con quienes piden casas, luego del desalojo de los barrios adjudicados en Villa Dominico.
El municipio inició acciones judiciales, pero las pintadas son cada vez mayores y rezan “bienvenidos a la expo chicos de la calle, chicos con hambre, Ferraresi da la cara, las casas son del barrio, hacete cargo de la gente, te votamos y ahora nos abandonás, no mientas”, y varias más.
El edil José Alessi, señaló que “la gente reclama viviendas y claramente falta transparencia de parte del Ejecutivo. Nunca se aclaró por qué le entregaron a unos y a otros no. Hemos hecho pedidos de informes y no los responde”.
Y el la última sesión del HCD, el concejal Rubén Conde pidió explicaciones sobre aumentos en montos para construcción de viviendas en el marco del Programa Federal de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios para construir 158 viviendas en el Predio Cardales. Según documentos oficiales “los montos a financiar por parte de la subsecretaría de Desarrollo y Vivienda, no coinciden con los establecidos en el pliego de licitaciones que rigió la contratación ya que de acuerdo al convenio el total a financiar fue de 46.488.783,14, mientras que pliego de contratación establecía un monto de 38.206.236,29”.
“Aquí hay una diferencia de 8.282.546,85 pesos causada por factores que nadie ha explicitado. Los vecinos de Avellaneda están en todo su derecho de saber por qué esos montos no han sido respetados, cuáles son las razones de los aumentos y si dicha diferencia -que pagamos todos- no lleva el destino de alguna caja o si se la comió la inflación”, sentenció.
Lejos de esos números y sabiendo que se entregaron otras 96 en Wilde, un vocero de lo acampantes informó que son 25 las familias que permanecen en forma fija frente al edificio comunal y 50 las que encabezan el reclamo. “Tenemos 15 carpas apostadas. Nos cortaron el agua de dos canillas y apagaron las luces que iluminaban la entrada”, describió.