La tala indiscriminada de 150 árboles del parque de Villa Dominico para hacer una escuela de oficios, un centro de Policía Local y dividir con una calle el predio verde de Mitre al 5000, fue motivo de duras críticas del grupo Defendamos el Parque Dominico, no a la tala, no al cemento. Desde la entidad Ambiente Sur, el ingeniero forestal Jorge Trevín, señaló el “grave daño” para el arbolado.
Cuando se modificó el plan de obras, menos de un año atrás, se agregó al expediente que “por cada árbol que se tale” del parque “se van a plantar tres”.
Desde el grupo defensor del pulmón verde, se enviaron cartas a las autoridades con miles de firmas para impedir la tala, pero no los escucharon. Y señalaron que “en 1977 la provincia cedió a la municipalidad de Avellaneda las tierras del parque para su uso recreativo, cualquier cambio en su estructura, automáticamente dejaba si efecto el traspaso. Reclamamos que detengan la tala ante consecuencias ambientales”.
Por su parte, Jorge Trevín, de Ambiente Sur, indicó que “el municipio no ha logrado justificar el daño ambiental producido sobre el arbolado que extrajo”. Y que “la comuna se ha limitado a informar sobre el proceso de lo que llama trasplante, como si esa fuera una actividad sin consecuencias biológicas y sanitarias sobre árboles añosos, que, han sufrido mutilaciones superiores a 30 centímetros, heridas que no cicatrizarán”.
Para Trevín, “todo muestra no sólo el accionar municipal, sino la ausencia de la evaluación del impacto ambiental que exige la Ley. Los daños ambientales expuestos son muy graves”.