Sanguíneo y pasional en sus ideales, Gastón Granados reparte su corazón entre el Lechero y la Academia. Si bien el cariño por ambos clubes es de larga data, el presidente de Tristán nunca esperó que los dos equipos se encuentren en la cancha de manera oficial, situación que se producirá mañana desde las 20.15, cuando se enfrenten por una nueva ronda de la Copa Argentina.
"Salvo en amistoso, nunca antes se habían cruzado y para mí es un orgullo. Primero que Tristán llegue a esta instancia en una competencia muy federal y contra un grande, y segundo que se mida ante Racing, cuyos hinchas son muy parecidos a los nuestros", contó el presidente de la institución de Ezeiza, que recibió a este medio en las instalaciones del club.
En la previa al duelo por Copa Argentina, el dirigente contó cómo surgió su amor por la camiseta albiceleste: "Había acompañado a un amigo que venía del exterior a la cancha para ver el partido entre Boca y Racing. Desde ese momento, la sensación que me generó estar ahí, con mis 14 o 15 años, fue única. Ese día no me lo olvido más, me conmovió absolutamente, y sentí que era el equipo del cual tenía que ser hincha y socio", recordó.
En este sentido, contó que representa cada institución en su vida y se animó a encontrar un factor en común: "Tristán es mi familia, mi casa, mis cosas, mi barrio, mi gente, lo es todo. Racing es un sentimiento, y tal vez por lo sufridos que somos a veces, nos parecemos mucho a ellos. Además hay otro detalle: ninguna de sus hinchadas abandona nunca".
Proyecto a futuro
Asimismo, Granados trazó sus objetivos como conductor de la institución de Ezeiza y destacó que su sueño es llevar al Lechero a la segunda categoría del fútbol argentino: "Mi mandato vence en 2015, pero no me voy a ir hasta que Tristán ascienda de categoría y juegue en el Nacional B, una división ideal para nuestro club por el nivel que tiene, muy superior a otros".